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jueves, 10 octubre, 2024

Cauta y conciliadora: la postura del Gobierno español para mediar entre Maduro y la PUD

Pedro Sánchez marcó hasta enero de 2025 el plazo para que el oficialismo y la Plataforma Unitaria opositora de Venezuela lleguen a una solución democrática y negociada

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Cinco días después de un exilio forzado, Edmundo González Urrutia se reunió este 12 de septiembre con el presidente de España, Pedro Sánchez, para dialogar sobre su situación. Si bien, el Congreso de los Diputados reconoció al diplomático venezolano vencedor de las elecciones del 28 de julio, el gobernante dijo un día antes de su encuentro que prefería no hacerlo y definió su asilo: “un gesto de humanidad”, marcando diferencias con lo político.

Para comprender el papel de España como posible mediador entre el régimen de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), El Pitazo le consultó a la historiadora y directora de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Esther Mobilia, y al profesor de Derecho internacional en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Simón Gómez. Ambos concluyeron que España será cauta y obedecerá a la Unión Europea (UE).

La postura del Gobierno español

Pedro Sánchez y su gabinete no han mostrado disposición de reconocer, explícita e inmediatamente, a González Urrutia presidente electo. El mandatario dijo que ha sido “claro” al exigir la publicación de las actas al Consejo Nacional Electoral (CNE), pese a que la PUD publicó 83,5 % de estas en la página ‘Resultadosconvzla.com’ hace más de un mes.

“Mantendrán la línea de la prudencia, que es un poco la misma línea de la UE”, dijo Mobilia sobre la posición que ha adoptado el Ejecutivo. Explicó que Sánchez y Bruselas esperan una negociación y que derive en un resultado para el futuro político de Venezuela.

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Por su parte, Gómez indicó que España podrá interceder en el caso siempre que lo haga siguiendo la línea de la comunidad europea. Sin embargo, Maduro no ha mostrado en el corto plazo voluntad de negociar con la PUD ni con actores internacionales. “El Gobierno venezolano está atrincherado, cerrado a una negociación”, comentó.

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) también fijó un plazo: enero de 2025. Tras los resultados reflejados en las actas y de acuerdo con los objetivos que se ha planteado la PUD, el 10 de enero González Urrutia tomará posesión de su cargo, aunque desde el exilio.

“Cuando Sánchez habla de esperar hasta enero de 2025, significa que quiere aprovechar ese período para lograr los objetivos que, en alguna medida, el Gobierno español aspira dentro de la dinámica venezolana”, aseguró la historiadora.

El plan del Gobierno español es que en los próximos cuatro meses se llegue a un acuerdo que disminuya las tensiones políticas. Aunque, mientras se alinea con la postura de la UE y espera a ver cómo la comunidad internacional manejará la situación de Venezuela, la oposición española continúa presionando desde dentro para que reconozca a González Urrutia.

Entre la política interior y exterior

En contraste con el Ejecutivo, la mayoría de los diputados del Congreso sí reconoció la victoria de Edmundo González. Fueron 177 votos a favor, ante los 164 de rechazo a la moción. El Partido Popular (PP) fue el impulsor de esta proposición que, más allá de haber sido aceptada, no ha sido razón para detener las críticas de la oposición española sobre la postura de Sánchez.

Para la profesora Mobilia, lo que sucede en España es un reflejo de las contradicciones y los enfrentamientos entre el oficialismo y los opositores. La oposición ejerció una presión sistemática que resultó en el Parlamento y sirve de crítica al Gobierno. 

En cambio, Sánchez habló de conciliar, de la publicación de las actas por parte del CNE y de no hacer un reconocimiento, en parte porque afectaría sus relaciones con Nicolás Maduro, promovidas por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y que se pueden quebrantar tras la propuesta del presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, de romper vínculos con España.

“Es un espacio para la crítica, claro está. Esto nos hace ver que Venezuela es un tema importante, en términos de política interior de España”, afirmó. También explicó que la cantidad de venezolanos en el país europeo, alrededor de 390.000, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), junto con las relaciones culturales e históricas entre ambos países, han influido.

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Asilo humanitario, no político

Cuando fue consultado por el caso de González Urrutia, lo primero que hizo Sánchez fue marcar diferencias en su situación. “Hay dos dimensiones, una humana y otra política”, afirmó. Ese mismo día José Vicente Haro, abogado de González Urrutia, recordó un hecho importante en una entrevista con VPI TV: “todavía no hay un acto que le haya concedido oficialmente el asilo a Edmundo González”.

De acuerdo con la historiadora, Sánchez se enfocó en hablar de la humanidad de González Urrutia para disminuir las tensiones y hacer presente el rol mediador de España. “Están dispuestos a jugar un papel en la dinámica exterior de su país respecto a Venezuela, y la interior, por las contradicciones entre el mismo Ejecutivo y la oposición”, puntualizó.

La diferencia entre un asilo humanitario y uno político radica en la causa. El primero, explicó Gómez, se da en el contexto de un conflicto armado o una crisis humanitaria en el país de origen. El asilado, de acuerdo con la ley española y los derechos de protección internacional para los refugiados, puede gozar de esa protección por un plazo de cinco años. Mientras, en el segundo caso, el asilo se confiere a una persona que sale de su país por la persecución política, de pertenencia a un grupo étnico, religioso o social.

“Sorprenden estas declaraciones de Sánchez, ya que omitió el carácter político de la persecución y del temor fundado que daría lugar a la concesión de protección internacional en el caso de Edmundo González”, precisó el abogado. 

Respecto al retraso en la formalización del asilo, explicó que por el perfil y la relevancia del diplomático venezolano es muy probable que pronto se legalice su situación. El traslado desde República Dominicana y la recepción en el territorio español son muestras de la “buena voluntad” del Gobierno, ya que, según Gómez, lo hizo de acuerdo con su legislación y, en los próximos días o semanas, se confirmará su asilo.

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