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Caracas.- En Catia, Nicolás Maduro pidió durante su campaña una paliza para la oposición y en esa misma zona de Caracas también se escucharon con fuerza los cacerolazos el 29 de julio. Los habitantes de este sector popular, en el pasado de mayoría chavista, fueron parte de los que se unieron al reclamo de miles de venezolanos ante el resultado de la elección presidencial ofrecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Desde entonces la decepción acompaña a María*, una de los 88.346 votantes de la parroquia Sucre que, según datos del comando Con Venezuela, respaldó en las urnas al candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González Urrutia. “Me parece una total falta de respeto y de seriedad hacia todos los venezolanos que estuvimos presentes ejerciendo nuestro derecho, porque todos fuimos testigos de los resultados”, expresó María a El Pitazo.
De acuerdo con el conteo de actas realizado por el comando opositor, Nicolás Maduro solo obtuvo 47.351 votos en esta parroquia del oeste caraqueño. Con este resultado, Edmundo González Urrutia ganó en esta zona con la mayor ventaja en todo el municipio Libertador de Caracas: 40.995 votos.
María siguió desde afuera el proceso de verificación en cuatro centros de votación del sector, en los que pudo constatar el triunfo de su candidato. “En los cuatro colegios en los que estuve presente, y donde tenía conocidos o amistades, cuando mostraron las actas la mayoría de los votos los obtuvo la oposición, siempre había diferencia”, aseveró.
Catienses no creen en promesas
Los habitantes de Catia reconocen las irregularidades que acompañaron al proceso electoral desde sus inicios, con el impedimento de postularse a María Corina Machado y luego a Corina Yoris. “Sabemos que no era algo legal, uno veía que no respetaban los acuerdos”, dijo Pablo*, otro habitante de la parroquia Sucre.
Este ciudadano pensaba que al obtener una victoria por una diferencia significativa, Maduro reconocería los resultados. “Era lo que uno suponía. Aunque ya sabíamos quién era el presidente del CNE, que había inhabilitado a una cantidad de políticos opositores (como Contralor de la República) y que es fiel seguidor del chavismo”.
La inauguración del Hospital de Misiones de Nueva Generación “Hugo Chávez” unos días antes de la elección presidencial no fue suficiente para que los habitantes de Catia decidieran confiar una vez más en las promesas del actual mandatario.
Pablo, al igual que María, fue testigo de las largas colas que se registraron en la parroquia el día de la elección, filas que solo demostraban el entusiasmo de la población en obtener un cambio por la vía electoral. “Si yo duro una semana en una cola para echar gasolina, ¿no voy a amanecer para ir a votar?”, expresa este caraqueño, quien está convencido de que los venezolanos votaron masivamente a favor de la oposición.
La Vega, un bastión del chavismo donde Edmundo González obtuvo el doble de votos que Maduro
Las amenazas no se hicieron esperar
«El voto el libre», gritaron también los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), en la parroquia Sucre, cuando presuntamente su rector los obligaba a votar por Maduro.
Siendo Catia una de las zonas comerciales más populares de Caracas, ya los comerciantes informales habían denunciado en el pasado los atropellos por parte de grupos seguidores del chavismo, conocidos como colectivos.
Los miembros de estas agrupaciones controlan parte del comercio de la zona y cobran una “vacuna” a los vendedores informales para permitirles trabajar en el lugar, según relató en abril a El Pitazo una de las comerciantes, quien días después se vio obligada a abandonar su negocio. No lo pudo mantener por el alto costo que le representaba.
Son los mismos colectivos los que generan miedo a los habitantes, tanto de este sector como de otros del país, pues se ha generalizado la amenaza de persecución a los testigos de mesa de la oposición que trabajaron en la elección presidencial del 28 de julio.
«Una vez tengamos certeza del triunfo yo les pido, a Catia, 23 de Enero, volquemonos a las calles a celebrar en paz. Los espero en Miraflores el 28 de julio para que bailemos», dijo Maduro desde su discurso de campaña en la parroquia Sucre.
Esa celebración no ocurrió, pues la operación remate que pidió Maduro en su discurso desde Catia terminó con un resultado contrario al que esperaba, según los datos del comando Con Venezuela. A más de dos semanas de la elección presidencial, los venezolanos todavía esperan que el CNE publique los resultados disgregados.
*Los nombres de los entrevistados fueron cambiados para evitar represalias.