Caracas.- Durante la marcha convocada este sábado 16 de noviembre por el presidente encargado de la República, Juan Guaidó, se pudo evidenciar en Caracas no solo la desmotivación de una ciudadanía que cada vez cuestiona más las movilizaciones de calle, sino el repentino protagonismo de un hombre que se presentó en la concentración, a la altura de Altamira, con un cartel que decía «Guaidó Estafador».
El hombre se identificó como Carlos Caballero, de 32 años, y fue increpado por los asistentes a la marcha opositora, quienes lo tildaron de «infiltrado» y le quitaron su cartel, haciéndole retirarse entre abucheos. Sin embargo, su mensaje llamó la atención en las redes sociales, donde rápidamente se viralizó, convirtiéndose no solo en lo más comentado en Twitter, sino posicionando la etiqueta #GuaidoEstafador en las tendencias de Venezuela, Colombia y Argentina.
Aunque en una entrevista exclusiva para El Pitazo afirmó que no obedece a intereses partidistas, «mucho menos socialistas», hay quienes creen que su aparición en la marcha del 16N no fue algo espontáneo.
Para la politóloga Heysel Rodríguez, la excesiva tranquilidad con la que el sujeto habló a la cámara, incluso en medio de la confrontación, no parece natural en una persona que trata con una situación de amenaza, lo cual, sumado al hecho de acudir aparentemente solo, aún sabiendo los riesgos que podía correr por su cartel, le hace sospechar que pudo estar preparado para eso.
LEE TAMBIÉN
EXCLUSIVA: CARLOS CABALLERO: «YO MANDO SOLO Y NO OBEDEZCO A INTERESES PARTIDISTAS»
Indicó que a nivel comunicacional, su porte físicamente en forma -siendo más alto que el grupo que lo rodeaba- llama notablemente la atención, así como otros elementos en su atuendo y lenguaje corporal.
«En términos visuales, la camiseta amarilla, el bolsito cruzado hacia atrás negro, te activa, tienes un disparador inmediato que lo relacionas con PJ (Primero Justicia). Igual la gorra la relacionas con Capriles», comentó.
A su juicio, el discurso de Carlos no fue espontáneo, dada su falta de fluidez, el tipo de pausas y su tono sin temblores ni cambios, lo que le hace conjeturar que pudo ser aprendido, «en caso de que alguien le preguntara por su pancarta».
También indica que sus palabras recogen el clamor de los sectores descontentos de la oposición, con términos muy específicos usados más por determinados influencers que por el grueso de la población, principalmente asociados con los llamados «guerreros del teclado».
En este aspecto coincide el también politólogo Joaquín Ortega, quien observa que su mensaje aborda muchos temas que están actualmente en el centro de la opinión pública, como el tema del diálogo en Barbados o las elecciones con un nuevo CNE. «No es casual ni su aparición, ni la jerarquización de los issues (cuestiones) políticos que comentó», dijo.
«Lo que dijo ha aparecido en grupos focales y a través de las opiniones en redes, por lo tanto, expresa el sentir de un sector agotado de una direccionalidad zigzagueante, por decir lo menos», acota.
Afirma que estos grupos focales, lejos de ser minorías, manifiestan opiniones que son sostenidas por una parte considerable de la población y hasta de la dirigencia política, solo que se mantienen en silencio debido a las doctrinas partidistas, e incluso por el sentido común.
«El hambre determina hoy más que nunca la verbalización de una opinión politica, la movilización electoral, e incluso el cuidado de la vida. Hablar o callar define morir o vivir en este contexto político», agrega.
Ante la pregunta de si es posible que Caballero haya sido preparado, dijo que «nada es casual en política», y sentencia que a pesar de que los ataques a la dirigencia opositora desde su propio seno solo benefician al gobierno, este liderazgo no se vería tan afectado si se hubiese enfocado en crecer y cumplir los objetivos prometidos.
«El tiempo y la oportunidad pocas veces se cruzan. Varias veces se cruzaron en estos 11 meses esos chances de gol, pero no se hicieron«, apuntó.
LEE TAMBIÉN
GUAIDÓ PIDÓ DISCULPAS POR NO LOGRAR TODAVÍA EL CESE DE LA USURPACIÓN
Esas pocas palabras de Caballero en contra de lo que considera una clase política «traidora, claudicadora y colaboracionista», bastaron para ganar el apoyo de cientos de usuarios quienes no solo manifestaron admiración por la valentía de su acto, sino que respaldaron su mensaje, destapando así la voz de un sector de la oposición que desde hace años se siente inconforme con la ruta política seguida por la entonces Mesa de la Unidad Democrática y ahora por el Frente Amplio Venezuela Libre.
Aunque el hombre no hizo mención de sus redes sociales, pronto se reveló su cuenta de Twitter, @caferotjes, la cual inmediatamente ganó miles de seguidores y actualmente se mantiene como privada. En ella se ven los ojos del inspector Óscar Pérez, considerado un símbolo de la resistencia, y se describe como «Comunicador Social y SMM (Social Media Marketing) de profesión».
Nada es casual
«Yo estoy en total desacuerdo en que los políticos nos sigan engañando, yo soy un venezolano cualquiera y de verdad me siento defraudado con esta clase política balurda y claudicadora», explicó Carlos Caballero delante de las cámaras siempre impasible, como si restara importancia a los gritos de la muchedumbre que lo confrontaba, incluso entre empujones.
El Pitazo pudo conocer que su nombre completo es Carlos Miguel Rotjes Caballero, residente de Petare y egresado de la Universidad Santa María. Indicó que su motivación para llevar la pancarta contra el actual líder de la oposición fue la indignación que le provocó el cambio de la estrategia de calle y presión internacional, por la fallida agenda de negociaciones en Noruega y Barbados.
«Teniendo un apoyo sin precedentes, tanto interna como internacionalmente, decidió pactar con la tiranía. En vez de usar esos apoyos para barrer con todo el mal que se ha cernido sobre Venezuela”, afirmó.
Sin embargo, las mismas redes sociales que lo exaltaron también sacaron a relucir su pasado como seguidor del expresidente Hugo Chávez, así como su simpatía por el exgobernador de Táchira, José Gregorio Vielma Mora. Al respecto, Rotjes aclaró que jamás ha sido partidario del gobierno y que esos mensajes habían sido escritos por sarcasmo.
LEE TAMBIÉN
CARLOS CABALLERO, UN MANIFESTANTE QUE LLAMÓ A GUAIDÓ ESTAFADOR