Caracas.- Waleswka Pérez, esposa de Rafael Acosta Arévalo, reveló este domingo 28 de junio una carta en donde cuenta todo lo que vivió el capitán de corbeta a manos de funcionarios del Estado venezolano.
Pérez escribió en la misiva, luego de haberse cumplido un año del asesinato de Acosta Arévalo, que este militar fue secuestrado en un centro comercial del estado Miranda, el 21 de junio de 2019, por una comisión de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), cuyos funcionarios estaban encapuchados y con armas largas, según información de testigos.
Cuenta que vivió angustiada sin saber dónde lo tenían o si estaba vivo, después de haber pasado cinco días de su secuestro y desaparición forzada.
»Fue hasta el día viernes 28 de junio, 120 horas después de su secuestro, incumpliendo con el debido proceso, cuando la dictadura decide celebrar la audiencia de presentación ante un tribunal militar en el Fuerte Tiuna, a las 8:30 de la noche. El abogado Alonso Medina Roa nos informó que era increíble el estado de tortura, en silla de ruedas, no podía hablar, y en plena audiencia convulsionó», recordó la esposa de Arévalo.
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Indicó que al capitán le fracturaron 16 costillas. Además, siguió contando: lo electrocutaron, fracturaron los dedos, presentaba quemaduras, cortadas, fractura en la nariz y golpes.
Aseveró que el juez se vio obligado a ordenar que trasladaran al capitán de corbeta a un hospital que no era acorde para atender los signos de tortura, en donde tiempo después informaron que había fallecido.
»Lo mataron siendo inocente, sin que se cumpliera el debido proceso y violando el principio de presunción de inocencia», agregó.
Inhumación controlada
Waleswka Pérez dijo que la inhumación controlada fue el nombre que el Estado venezolano »les había puesto a los entierros de todos aquellos que asesinaba, negándole a la familia el derecho de un funeral y elegir dónde ser enterrados». Denunció que solo cinco integrantes de la familia de su esposo pudieron ir a su entierro, mientras que a ella y sus hijos no les fue permitido.
Pérez preguntó en su carta al gobierno de Nicolás Maduro: ¿qué pasó con los derechos de los presos?, ¿y la ley de tortura?»
»Hoy (28 de junio de 2020) a un año de tu asesinato, yo, Waleswka Pérez de Acosta, actuando en tu nombre y el de tus hijos, invoco a la verdad y la justicia por los más de 420 presos políticos, militares y civiles que aún están siendo torturados a manos del narcorégimen», concluye.