Brasilia.- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ratificó la iniciativa de construir a partir de este año 2019 una línea gigante de transmisión de energía en la Amazonía para evitar así la dependencia de comprar electricidad a Venezuela, país con el que no se tienen buenas relaciones bilaterales.
Las inversiones para la obra, apuntó Bolsonaro en su transmisión semanal en vivo por Facebook, serán por el orden de los 1.000 millones de reales (unos 250 millones de dólares). En febrero, el Gobierno brasileño declaró la construcción de la línea de transmisión como un asunto de «interés nacional».
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El proyecto prevé el tendido de una línea de transmisión de energía para conectar Roraima, estado fronterizo con Venezuela, al sistema nacional y de esa manera dejar de comprar el 50% de la energía que necesita al vecino país, como ocurre actualmente. Esa línea de transmisión de energía será abastecida por la hidroeléctrica de Tucuruí, en el Amazonas.
La obra, cuya construcción se anunció en 2011 para ser terminada en 2015, aún no ha comenzado por asuntos jurídicos relacionados con licencias ambientales.
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Bolsonaro aprovechó para defender el potencial energético de Brasil con fuentes «limpias», como la solar y la eólica, que pueden sustituir otras fósiles, como la de las «terribles» termoeléctricas.
«Nadie tiene más energía solar que Brasil. Somos un país en la línea del Ecuador. Tenemos la energía hidráulica, la de biomasa y la eólica, y estados como Ceará (nordeste) están muy avanzados en la producción de esa energía eólica», subrayó el mandatario.