El avión confiscado este lunes, 2 de septiembre, por Estados Unidos, un Falcon 900EX, siglas T7-ESPRT, registrado en la república de San Marino por una empresa privada, fue el que trasladó a Alex Saab a Venezuela en diciembre de 2023, al ser intercambiado por detenidos norteamericanos que se encontraban en El Helicoide.
Esta aeronave era utilizada para vuelos de la Presidencia y Vicepresidencia venezolanas. El Falcon T7-ESPRT realizó el viaje entre Maiquetía y San Vicente y las Granadinas, punto neutral para el intercambio, trasladando a los norteamericanos presos en Venezuela. El vuelo de retorno desde la isla caribeña fue con Alex Saab a bordo.
Según un comunicado publicado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, «se confiscó una aeronave que, según alegamos, fue comprada ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una empresa fantasma y sacada de contrabando de Estados Unidos para su uso por Nicolás Maduro».
Estados Unidos confisca avión de uso oficial de Maduro por las sanciones
Fuentes consultadas por El Pitazo señalaron que la firma fantasma que refiere el Gobierno estadounidense pertenecería a tres venezolanos, uno de ellos es José Vicente Amparan. La aeronave fue comprada a la compañía Six G Aviation, con sede en Florida.
La matrícula previa del Falcon 900 EX (hoy T7-ESPRT) era la nomenclatura norteamericana N900SJ que, según registro de la autoridad aeronáutica de Estados Unidos (FAA), cancelaron en enero 2023, cuando el avión fue trasladado a San Vicente y las Granadinas, para luego ser llevado a un hangar en Maiquetía, con la nueva matrícula.
La aeronave decomisada no está registrada a nombre del Gobierno venezolano, sino de uso privado y sus siglas, por lo general, aparecen bloqueadas en los portales de vuelos internacionales en tiempo real, como Fligtradar 24, para evitar su identificación y ubicación.
Así mismo, se conoció que el avión se encontraba en República Dominicana desde el 13 de marzo de este año. Fuentes ligadas a operaciones aeronáuticas en Venezuela indicaron que fue llevado al aeropuerto internacional Joaquín Balaguer, conocido como La Isabela, en Santo Domingo, para cumplir su mantenimiento anual.
Sin embargo, una inconsistencia en la documentación presentada por el cambio de matrículas, y que fue señalada por las autoridades dominicanas, dio inicio a la investigación e intervención de las autoridades estadounidenses.