La Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) en Miami recordó este jueves, 20 de abril, que el empresario Raúl Gorrín Belisario sigue siendo uno de los fugitivos más buscados por las autoridades de Estados Unidos. El empresario está acusado de lavar 1.000 millones de dólares y pagar 94 millones en sobornos.
El mensaje del organismo en su cuenta de Twitter indica: «Raúl Gorrín Belisario sigue siendo uno de los fugitivos más buscados por @HSI_Miami y la Fuerza de Tareas El Dorado Sur».
El recordatorio se genera después de conocerse las condenas a 15 años de cárcel impuestas el miércoles, 19 de abril, a la extesorera nacional de Venezuela Claudia Patricia Díaz Guillén, y a su esposo Adrián José Velásquez Figueroa, en un caso por lavado de dinero en el que Gorrín es el principal inculpado.
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Asimismo, HSI republicó un tuit del 2 de febrero de 2021 cuando mostró un cartel con la foto de Gorrín y una leyenda que dice «Most Wanted» (más buscados). En la imagen también figura una lista de los delitos de los que se le acusa, sus datos personales y un teléfono para brindar información sobre su paradero.
Pliego de acusaciones para Gorrín
Al dueño y presidente del canal Globovisión se le acusó el 16 de agosto de 2017 en el distrito sur de Florida de nueve cargos de lavado de dinero, uno de conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) y otro de conspiración para lavado de dinero.
El pliego acusatorio alega que Gorrín Belisario pagó millones de dólares en sobornos a Díaz Guillén y Alejandro Andrade Cedeño, quien también fue tesorero nacional, para obtener los derechos de efectuar transacciones de cambio de divisas con tasas favorables. Una nota de El Pitazo destaca que Gorrín identificaba a Andrade Cedeño como «su amigo del alma».
Además de realizar transferencias de dinero a ambos extesoreros de Venezuela, Gorrín Belisario presuntamente les pagó gastos relacionados con jets privados, yates, residencias, caballos de campeonato.
Andrade Cedeño, quien fijó su residencia en EE. UU. después de la muerte en 2013 del presidente Hugo Chávez, se declaró culpable y fue sentenciado a 10 años de prisión en 2018. La pena fue parte de un acuerdo que incluyó el decomiso de 1.000 millones de dólares y la confiscación de todos los activos involucrados en el esquema de corrupción.
Sin embargo, el 20 de octubre de 2021, la sentencia de Andrade se redujo porque un juez federal de Miami dictó que en lugar de 10 años, este debía cumplir 42 meses de cárcel.
A Díaz Guillén y Velásquez Figueroa los condenó un juez de Florida a 15 años de cárcel y 3 años de libertad vigilada cada uno, por cargos de lavado de dinero. Además deberán restituir 136 millones de dólares y pagar una multa de 75.000 dólares cada uno, según dictaminó el juez William P. Dimitrouleas en los tribunales de Miami.
Con información de EFE y archivo de El Pitazo