Caracas.- El referendo consultivo sobre el Esequibo, en el que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), votaron 10.431.907 personas y no 10.554.320, como lo anunció la noche del domingo el presidente del ente comicial, Elvis Amoroso, fue un proceso que dejó más dudas que certezas, no solo en la población sino en las propias filas del oficialismo, que impulsó la convocatoria en diversos frentes políticos.
Las analistas y consultoras políticas Carmen Beatriz Fernández y Eglée González-Lobato coinciden en que el referendo consultivo evidenció la merma del control y movilización electoral del gobierno de Nicolás Maduro, que marca el inicio de un ciclo con la agudización de las dudas en las filas del oficialismo sobre el riesgo de apostar por otra reelección del gobernante.
«Tenemos al oficialismo con las peores condiciones de control y movilización electoral. Se viene hablando en voz alta lo que se hablaba en susurros y es si Maduro puede y debe ser el candidato presidencial», acotó Fernández vía telefónica.
De votos a votantes en el referendo: matemáticas no les cuadran a los analistas y estadísticos
El gobierno de Maduro impulsó el referendo consultivo sobre el Esequibo con una narrativa política centrada en aspectos nacionalistas y hasta «patriotas», pero, al mismo tiempo politizó un proceso en el que, como apunta González-Lobato, no había competencia política o una disputa entre candidaturas.
«Se generó una percepción de que había una evaluación o un consultivo de Nicolás Maduro vs. Nicolás Maduro. No es fácil lo que se está diciendo, es grueso en la medida en que gana mucho campo en el debate, en lo que se ha insistido últimamente, y es esa duda generalizada en las filas del oficialismo que sostiene que, con Nicolás Maduro, no ganarían un proceso electoral en 2024», añadió González- Lobato.
Lealtad política vs. movilización forzada
Pese a que el oficialismo implementó una importante campaña de propaganda para impulsar el referendo y la movilización en ese contexto, la jornada del domingo 3 de diciembre, con centros sin colas de votantes, evidenció fallas en la maquinaria partidista electoral, pese a los mecanismos de control gubernamental que quedaron al descubierto ese día.
Maduro habló el lunes de una «victoria abrumadora» tras el referendo consultivo, incluso aludió a la participación del referendo revocatorio de agosto de 2004. «Son procesos electorales muy diferentes, la polarización y la pugna, como en las elecciones presidenciales, motivan más; lo decía la gente ayer en la plaza Bolívar: pone la sangre caliente», dijo el gobernante al recibir del CNE los resultados del 3 de diciembre.
«La convocatoria no atiende a ningún liderazgo político, sino a lo que está ocurriendo en la mayoría de los electores, que es un acto reflexivo, de convicción, de preferencia del voto, sin lealtades políticas. Esto para el Gobierno es especialmente delicado porque estamos frente a un candidato que iría a una reelección presidencial con una campaña sumamente complicada para convencer y aumentar su caudal de votación», destacó González-Lobato.
Analistas destacan que referendo consultivo evidenció el bajo poder de convocatoria de Maduro
De acuerdo con una encuesta de noviembre de la firma ORC Consultores, 14 % de la población se identifica con el chavismo; mientras que 50 % se autodefine de oposición. Además, 36 % del país, según el estudio, se considera no alineado y 30 % tenía intención de participar en el referendo consultivo.
«El oficialismo se dio cuenta del calibre del problema que tiene entre manos. El chavismo es un voraz lector de encuestas y ya sabía los números, pero lo que no sabía del todo era su capacidad de movilización en dos vertientes: la espontánea, que fue muy mala, y la de movilizar forzadamente, que se ha intensificado», añadió Fernández.
Las analistas coinciden en que es previsible que el oficialismo, tras el referendo consultivo, esté menos dispuesto a conceder garantías electorales en 2024, como acordaron Gobierno y oposición con la firma de los acuerdos de Barbados. La interrogante que prevalece es cómo llegarán las partes al contexto de las presidenciales en 2024.
«Visto esto así, ¿qué ocurrirá?, ¿habrá mayores garantías o vamos hacia una radicalización de ese sistema autoritario del gobierno de Nicolás Maduro?, ¿cómo iríamos hacia unas elecciones presidenciales en 2024?», agregó González Lobato.