Caracas.- La llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia marca una nueva etapa en las relaciones con Venezuela. Una etapa que, por ahora, tiene más preguntas que hechos ciertos.
Giovanna de Michele, internacionalista, y Pablo Quintero, analista político, dan por sentado el restablecimiento de las relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, algo que pudiese estar ocurriendo en agosto, luego que Petro asuma el poder.
Para de Michele no cabe duda de que las relaciones entre Venezuela y Colombia cambiarán y se “estrecharán”, aunque considera que, al inicio, la administración Petro podría actuar de manera cautelosa y hasta “tímida”.
“Para nadie es un secreto que hay una afinidad ideológica y política”, señala de Michele, quien considera que Colombia ha sido “la joya de la corona” para la izquierda.
Unas coincidencias manifiestas, incluso, en la visión de Petro con la política exterior de Maduro, agrega la internacionalista.
Posibles extradiciones
En cuanto al futuro de los políticos venezolanos, periodistas y dirigentes exiliados en Colombia, de Michele no tiene dudas de que surjan solicitudes desde el gobierno de Maduro para extraditar a varios de ellos y que el nuevo gobierno de Colombia las pueda aceptar. Algo en lo que coincide Pablo Quintero, quien llama a estar “atentos” a esta situación.
“Es un escenario delicado y probable dada la afiliación ideológica, no solo de Petro sino de operadores cercanos a él, como Piedad Córdoba. Estos dirigentes políticos pudieran convertirse en fichas de cambio”, dijo, por lo que cree que el rol de las ONG de derechos humanos será fundamental en este aspecto.
Quintero considera, además, que este escenario, que ve “muy probable”, no sea público sino que se maneje “por debajo de la mesa”, así como otros temas.
Esto porque -explica- Petro estará muy observado, no solo internamente sino también por la comunidad internacional y se cuidará de la opinión pública también, porque, a su juicio, comenzará una disputa entre los presidentes de izquierda de la región para liderar el Foro de Sao Paulo.
Por otro lado, la llegada de Petro al poder significa que la oposición venezolana pierde un aliado importante, lo cual representa un desafío para ellos y los obliga, dice Quintero, a replantearse sus estrategias. Una de ellas, el hecho de que no pueden dejar todo el peso a una comunidad internacional, que es cambiante como demuestran los hechos.
Quintero también considera que en los próximos meses podría verse una “desaceleración” de la migración venezolana a Colombia, no solo por Petro sino también por la situación económica de ese país.
En cuanto al caso de la empresa de fertilizantes colombo-venezolana Monómeros, Quintero cree que la petición del gobierno de Maduro para que Colombia se la regrese ocurrirá, pero que hay muchos intereses de por medio, por lo que habrá que esperar.