Cambiar efemérides y festividades ha sido una actividad habitual del Gobierno venezolano. “Ya huele a Navidad”, dijo el gobernante Nicolás Maduro segundos antes de anunciar, por sexto año seguido, el adelanto de la celebración decembrina, el 2 de septiembre en su programa semanal transmitido por Venezolana de Televisión (VTV). El 1 de octubre fue la fecha definida, la misma que se estableció hace un par de años para avanzar dos meses la festividad.
Tras esta nueva antelación, El Pitazo repasó los antecedentes del anticipo navideño por parte del Ejecutivo y el contexto del anuncio.
Una tendencia que no se detuvo
A través de la red social X (Twitter), que sigue bloqueada de forma indefinida en el país, Maduro inauguró en 2019 la que sería una de sus prácticas habituales cada trimestre final del año. El 2 de noviembre publicó un mensaje anunciando el comienzo de la Navidad “con un país en tranquilidad”.
Esa supuesta tranquilidad referida por el dirigente oficialista distó de las 16.739 protestas registradas por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), un récord para ese entonces, si se comparan con las manifestaciones registradas desde 2011.
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Tras 4 años adelantando la Navidad, el mandatario volvió a fijarla para noviembre. El 10 de octubre de 2023, durante su programa Maduro+, aseguró que Venezuela tendría “las mejores Navidades que jamás haya tenido” e invitó a las familias venezolanas a celebrarlas desde el 1 del mes siguiente.
“Hay que compartir en solidaridad y felicidad”, dijo Maduro rodeado de adolescentes que lo acompañaron en la transmisión.
Octubre: el mes favorito del adelanto
En 2020, no se contuvieron las ganas del Gobierno venezolano de celebrar la Navidad y esta se inició con mayor antelación. En medio de su participación en el Foro de São Paulo, Maduro decretó el comienzo de las festividades el 14 de octubre.
Además, el gobernante anunció que diez millones de juguetes serían repartidos a los niños venezolanos como parte del plan Navidades Felices y Seguras. La distribución se haría a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Ese año estuvo marcado por el inicio de la pandemia, COVID-19, así como por las limitadas informaciones que el Estado venezolano ofrecía sobre los afectados y fallecidos. De acuerdo con el sitio web ‘Covid19.patria.org.ve, se registraron 113.562 casos positivos y 1.021 muertos hasta el 31 de diciembre.
En su informe anual de 2020, Human Rights Watch (HRW) puso en duda los datos publicados por el Ejecutivo. Debido a la falta de transparencia gubernamental, junto con la persecución a periodistas y personal sanitario que informaba sobre la pandemia, señaló que era probable que las cifras hayan sido “mucho más altas”.
En 2021 hubo un anuncio ambientado para la ocasión. Rodeado de luces y acompañado por su esposa, Cilia Flores, Maduro señaló un árbol navideño que decoraba el Palacio de Miraflores: “Llegó la Navidad, empezando octubre”.
En su mensaje, el gobernante repitió que Venezuela tendría unas festividades “brillantes”, con iluminación y colores. El 17 de diciembre de 2021 hubo un apagón en 20 estados del país que, según el ministro de Energía Eléctrica a cargo en ese momento, Néstor Reverol, se debió a un presunto ataque al Sistema Eléctrico Nacional.
Por tercer año consecutivo, en 2022 repitió la fórmula y estableció el período navideño desde el 1 de octubre. Esta vez fue la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, quien dio el anuncio. A Venezuela la llaman “el pueblo de las dificultades” porque es “victorioso” e “inquebrantable” frente a ellas, proclamó en su discurso.
El 5 de enero de 2023, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) publicó que el país había cerrado el año anterior con una inflación de 305,7 % que, si bien se redujo a menos de la mitad de 2021 (660 %), seguía siendo una de las más altas del mundo.
La serie de adelantos navideños ejecutados por Maduro tiene un motivo político. A través de un comunicado publicado el 2 de septiembre de 2024, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) rechazó que el gobernante haya decretado el inicio de la Navidad “con fines propagandísticos”.
La CEV indicó que la Navidad no se puede utilizar con motivos políticos, ya que es una celebración de carácter universal que debe ser respetada. Además, que la autoridad eclesiástica es la competente para determinar el modo y tiempo de su celebración.