El Pitazo y el CVA Las Mercedes alcanzaron la tercera edición del foro Desinformación: enemigo silencioso de la verdad. El miércoles 8 de junio, el evento contó con la participación de Tamoa Calzadilla, periodista de investigación y managing editor de Factchequeado, mientras que la moderación estuvo a cargo de Rena Camacho, periodista coordinadora de la gerencia de infociudadanos de El Pitazo.
Tal como en eventos anteriores de este ciclo, el foro pudo disfrutarse de manera presencial (en la sede del CVA Las Mercedes) y también a través de YouTube para cualquier usuario del planeta. Puedes también a través de este enlace:
En la charla de esta semana, Calzadilla se enfocó en el impacto que tiene la desinformación en entornos altamente polarizados, tal como el caso venezolano. Sin embargo, la ponente señaló que la polarización no tiene que ser exclusivamente política, sino que puede darse en otros entornos donde se enfrenten dos ideas contrarias, como la pandemia (personas a favor o en contra de las mascarillas o las vacunas).
La periodista apuntó que en ese momento en el que la opinión pública está más dividida es cuando la desinformación aumenta. No obstante, destaca que en la actualidad hay una ventaja frente a otras épocas: los usuarios cuentan con herramientas que les permiten combatir esa desinformación (sus teléfonos inteligentes y computadoras), así que pueden hacerle frente y participar en el proceso de fact-checking (verificación de hechos).
«No es lo mismo cuando veíamos la televisión y alguien informaba mientras nosotros estábamos silentes pudiendo comentar lo recibido con pocas personas. Ahora, la democratización de las redes sociales ayuda a verificar», comentó Calzadilla.
Sin embargo, puntualizó que esa misma democratización representa un riesgo, porque cualquier persona puede desinformar a miles de usuarios si no cuenta con herramientas y criterios que le permitan comunicar adecuadamente o identificar cuando una información no es veraz y actual.
De la mano con lo anterior, la invitada listó los 7 tipos de desinformación existentes, según Firstdraft:
- Sátira o parodia de un hecho real que no queda claro que era broma y termina desinformando.
- Conexión falsa entre un titular de un artículo y su contenido (no hablan sobre lo mismo).
- Contenido abiertamente engañoso que no necesariamente es mentira, pero utiliza datos exagerados.
- Contenido fuera de contexto que toma otro significado cuando se extrae de la situación real en la que sucedió.
- Contenido impostor, cuando una página web, una persona o un medio se hace pasar por otro para desinformar y confundir a los usuarios.
- Contenido manipulado, que hace referencia primordialmente a archivos multimedia editados con la intención de desinformar.
- Desinformación fabricada, aquella creada totalmente desde cero sin partir de un hecho real.
Calzadilla mencionó que la desinformación también se mueve por tendencias, alrededor de temas que son importantes en determinado momento y están debatiéndose en la esfera pública: el presunto fraude electoral de 2020 en Estados Unidos, los efectos de las vacunas contra el COVID-19, la relación de Biden con gobiernos autoritarios de Latinoamérica, entre otros.
Finalmente, la invitada ofreció algunas recomendaciones y herramientas que pueden ser útiles para detectar casos de desinformación en las redes sociales:
- Detenerse, releer y pensar antes de compartir una noticia para asegurarse de que algo en ella no haga ruido.
- No dejarse llevar por las emociones al compartir información en las redes. «La desinformación apunta a las tripas y las emociones».
- Utilizar herramientas de verificación como Google Trends, Crowdtangle, TweetDeck o BuzzSumo.
- En el caso de imágenes hacer búsquedas inversas en Google para identificar si son fotos manipuladas o recicladas de noticias pasadas.
- Comprobar la información a través de grandes medios de comunicación antes de compartirla o asumirla como verdadera.
- Verificar desde qué cuentas proviene una información y si esta fuente puede considerarse confiable.