“Más allá de los resultados, las elecciones regionales del 21 de noviembre revelaron ciertos cambios, y confirmaron otros, respecto al desarrollo de la política en Venezuela y su influencia en la opinión pública”, así lo hizo saber el politólogo Piero Trepiccione en el Café con El Pitazo del 2 de diciembre en el que habló sobre los escenarios políticos del país de cara al 2022.
Considera que la sociedad civil debe presionar y exigir a sus líderes políticos que atiendan las necesidades de la población, se autoevalúen y cambien su discurso, porque solamente así se producirán líderes de mejor calidad.
El evento reunió a 250 personas alrededor de este tema, en el que Trepiccione comentó que el ejercicio político del país está protagonizado por tres grandes variables: la primera, que la opinión pública del electorado ya no se alinea con la bipolaridad oficialismo-oposición, sino con temáticas de interés común; la segunda, que el Psuv ha perdido fuerza electoral, teniendo que reorganizar sus estrategias para lograr victorias; y por último, que la confrontación existente en la oposición debe cesar y reorganizarse como fuerza política si desea aprovechar las flaquezas del chavismo y alcanzar resultados positivos.
Sobre el Psuv, el politólogo apuntó que esta tolda tuvo que centrarse en los liderazgos locales para permear en la población, especialmente en sectores rurales y populares. Asimismo, señaló que el mapa político del 21N puede vestirse de rojo en cuanto a gobernaciones, pero el chavismo perdió 120 alcaldías durante los comicios, algo que “deja ver que este partido ya no es una franquicia que garantiza triunfos”. A esto agregó otra apreciación, la pérdida de aceptación del oficialismo en los estados llaneros debido a la falta de políticas públicas en la región y las limitaciones en la ejecución de programas sociales, ambas cosas determinantes en esos estados.
Trepiccione analizó las victorias opositoras en Cojedes, Nueva Esparta y Zulia al mencionar que los resultados se dieron primordialmente porque los candidatos contaban con características comunes y no por una tarjeta política. “Rosales, Galíndez y Rodríguez nunca se desconectaron de sus regiones, además de centrar sus estrategias y objetivos en lo que requiere el electorado”.
Después del 21N y de cara al 2022
Respecto a los próximos meses, el invitado determinó que los resultados del 21N deben servir como base para analizar el panorama político del país, pues dejó algunas lecciones que deben tomarse en cuenta: “Es momento de sustituir el torneo de egos y disputas partidistas que vienen sucediendo en la oposición, así como dejar atrás las aspiraciones personales y dedicarse a construir alternativas que se identifiquen con la masa”.
Además, puntualizó que la comunicación política obligatoriamente deberá estar conectadas con las necesidades de la sociedad y deberá apelarse a la autocrítica con la finalidad de hacer un relanzamiento de estilos y estrategias.
Finalmente, sobre el 2022 Trepiccione comentó que la característica fundamental de este periodo será “la reingeniería y reconexión con la opinión pública”. Aparte, considera que el diálogo y las negociaciones entre bandos políticos seguirán adelante, pero un elemento clave de estos encuentros será la necesidad de financiamiento por parte del Fondo Monetario Internacional para invertir en infraestructura y servicios públicos. Sin embargo, el politólogo detalló que este tipo de acuerdos solo podrán lograrse y ser exitosos si se adelanta un proceso de reinstitucionalización en el país.
Liderazgos alternativos y las exigencias de la sociedad
Durante la ronda de preguntas Ángel Barceló consultó sobre la posibilidad de ver liderazgos emergentes de cara a nuevos procesos electorales y políticos del país. Trepiccione contestó que esto será determinante y seguramente sucederá así, pues es algo que se dejó ver en algunas regiones el pasado 21 de noviembre.
Rosa Amador (desde Maracay) debatió la falta de confianza del electorado en los líderes opositores, a lo que el politólogo contestó que, más allá de la confianza, la sociedad civil debe presionar y exigir a sus líderes para que atiendan las necesidades de la población.