“El estrés tiende a ser visto como un enemigo, pero en las dosis correctas puede ser un excelente aliado para mejorar tu rendimiento, adaptarte y prepararte para afrontar un desafío”. Con estas palabras abrió el forochat del 7 de noviembre la coach de liderazgo Geraldina Guédez, quien, junto a Ángel Stopello, también coach, participó como invitada en este evento, al que asistieron 901 lectores de El Pitazo.
Guédez recordó que el estrés se desencadena gracias a estímulos estresores, que pueden ser internos (como el trabajo o el tráfico) o internos (como los pensamientos, expectativas o creencias). La forma en la que se abordan esos estímulos serán claves para gestionar el estrés que sigue a ellos, pero esto va condicionado a seis factores bien definidos dentro o alrededor de cada persona:
- La personalidad: pues una persona orientada al logro suele establecer estándares muy altos, lo que a menudo conlleva niveles elevados de estrés. En cambio, una persona más relajada, generalmente, manejará mejor los estresores.
- Los valores y creencias: porque alguien que piensa que debe ser perfecto o complaciente en todo momento siempre estará sujeto a una presión abrumadora. Por el contrario, el que acepta que puede equivocarse y mejorar sufrirá un impacto menor.
- La habilidad de afrontamiento: que puede ser activa (tomar medidas para resolver un problema) o pasiva (evitarlo, ignorarlo o retrasarlo). Esta última es una gran acumuladora de estrés.
- El entorno: pues un ambiente altamente demandante puede elevar considerablemente los niveles de estrés. Mientras, manejarse en un entorno positivo, empático y colaborativo ocasionará el efecto contrario.
- La percepción de control: ya que las personas que sienten que controlan una situación suelen experimentar menos estrés que quienes sienten que no pueden influir en un resultado.
- La resiliencia: que es la capacidad de adaptarse y recuperarse de situaciones difíciles. Así, las personas resilientes experimentan menor estrés porque ven los desafíos como oportunidades.
Luego tocaría el turno a Stopello, quien reveló que existen dos tipos de estrés: el eustrés (estrés positivo) y el distrés (estrés negativo).
“El eustrés es ese que te motiva e impulsa a crecer, dando lo mejor de ti en una situación específica. Te permite percibir circunstancias desafiantes como oportunidades para aprender y desarrollarte, genera entusiasmo, energía y enfoque, además de no agotarte, aunque sientas una ligera tensión en tu cuerpo”, apuntó.
Mientras, “el distrés es todo lo contrario, porque es ese que se percibe como una carga y puede resultar perjudicial para la salud física y mental. Se da en situaciones de incertidumbre prolongada y de conflicto, generando fatiga, problemas para dormir, para concentrarse y hasta hipertensión o ansiedad crónica”, amplió el invitado.
Al ser consultada sobre algunas estrategias para gestionar y superar el estrés, Guédez respondió que la mejor herramienta es el autocuidado. La coach explicó que dedicar tiempo a sí mismo y adoptar hábitos que fortalezcan nuestro bienestar es lo mejor que puede hacerse, algo que se logra a través de buenos hábitos, alimentándose bien, haciendo actividad física y descansando adecuadamente.
Stopello también añadió información a esta respuesta, cerrando con tres estrategias más que ayudan a regular el estrés:
- Aprender técnicas de respiración para ayudar a reducir la tensión.
- Mantener la atención plena sobre los pensamientos y lo que se hace, sin juzgarse.
- Meditar para mejorar la claridad mental y regular las emociones.