Claves | El cáncer de mama y su tratamiento a través de la historia

Aprovechando el mes de la lucha contra el cáncer de mama, el equipo de El Pitazo realizó el jueves 24 de octubre el forochat “El cáncer de mama a través de la historia”. El evento contó con la participación de 693 asistentes, así como la experticia de Maybell Nieves, cirujano mastólogo y coordinadora académica de mastología quirúrgica en la Universidad Central de Venezuela.

Durante el evento, Nieves hizo un recorrido rápido a la evolución del diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama a través de distintas épocas, recordando que tenemos más de 4000 años conviviendo con la misma entidad de esta enfermedad.

“El registro más antiguo data el 2400 antes de Cristo, de unas momias descubiertas en El Cairo por el antropólogo forense Miguel Botella”, detalló. “Desde entonces tenemos el mismo tipo de cáncer de mama que en la actualidad, pero las técnicas de abordaje han ido cambiando”, añadió. Luego, listó algunas épocas y sus avances:

• Antigüedad: en los tiempos de Hipócrates y Galeno se trataba el cáncer de mama a través de la teoría de los cuatro humores, unos líquidos vitales presentes en todos los organismos que hacían que surgieran enfermedades al desbalancearse. Si los tratamientos no funcionaban, las pacientes quedaban condenadas a morir por cáncer de mama.
• Cristianismo: que ocupó gran parte la edad media y estuvo marcado por poquísimos avances, pues se asumió que el cáncer y otras enfermedades eran castigos de entidades malignas por ir en contra de Dios.
• Renacimiento: un periodo de numerosos avances, pues se practicaron las primeras mastectomías y se llegó a conocer mucho mejor la composición del cuerpo humano gracias a las disecciones anatómicas impulsadas por Leonardo da Vinci.
• Siglo XIX: en el que las cirugías sufrieron una revolución total gracias a la asepsia y antisepsia. Además, es cuando aparecen la radioterapia, la quimioterapia y la cirugía de Halsted (mastectomía radical).

Luego, Nieves se detuvo para hablar de épocas más recientes, resaltando los importantes avances en la lucha contra el cáncer de mama que se han dado desde entonces, a través de técnicas mucho menos invasivas o menos multilantes, que tienen mejores resultados y otorgan mayor bienestar a las pacientes.

“En 1980, los médicos Umberto Veronesi (Italia) y Bernard Fishers (EE. UU.) describieron la mastectomía parcial, una nueva técnica quirúrgica que permite conservar el seno de la paciente. Parte de la comunidad científica no estuvo de acuerdo con esta técnica en sus inicios, pero logró instaurarse y hoy es el estándar para abordar tumores pequeños o reducidos con quimioterapia”, contó la invitada.

También señaló como desde 1985 hubo una nueva revolución. Con la intervención del Puma 200 comenzaron a utilizarse robots para hacer procedimientos quirúrgicos mucho más precisos, menos invasivos y con mayores tasas de éxito.

Adicionalmente, la especialista reveló cómo los avances en las comunicaciones ayudaron a impulsar el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama. “Anteriormente, los médicos solo podrían conocer nuevos procedimientos presenciándolos en vivo. Hoy hay vídeos, audios, conferencias a distancia, casos clínicos, bases de datos, inteligencia artificial, deep learning para las máquinas y más. Estamos en un mundo hiperconectado donde los especialistas pueden aprender nuevas habilidades sin verlas de primera mano”, explicó.

“Aparte, la lucha contra el cáncer de mama ya no es solo cuestión de médicos, también de informáticos, programadores e ingenieros que ayudan en el desarrollo de nuevas herramientas”, agregó.

Todo esto ha empujado a que el cáncer de mama ya no sea una condena a muerte para los pacientes si el tratamiento no funciona. Eventualmente, se espera que se convierta en una enfermedad crónica, pues hoy: si se encuentra en estadios iniciales, puede curarse; y si se identifica en un estado avanzado, puede tratarse y controlar para alargar la vida y bienestar de los pacientes.

Sin embargo, y para finalizar, para la cirujana mastóloga todavía quedan algunos retos a superar, mismos que han crecido debido a la facilidad de acceder a la información. Por un lado, le preocupa la ética, pues las bases de datos deben nutrirse con información libre de sesgos y con una ética médica intachable; por el otro está el intrusismo, tanto de médicos sin especialización, como de personas que ni siquiera forman parte del área de la salud.