Caracas.- Si acostumbras a dejar todo para después y terminan acumulándose tus quehaceres, probablemente estés procrastinando. Así inició el psicólogo Abel Saraiba su intervención en el forochat del pasado jueves 16 de noviembre, titulado Cómo vencer la procrastinación, en el que se desempeñó como invitado. El evento fue realizado a través de WhatsApp y contó con la participación de 920 lectores de El Pitazo.
Saraiba, quien también es coordinador del servicio de atención psicológica de Cecodap, definió la procrastinación como “la práctica de dilatar, demorar y dejar las cosas para después, ocasionando que se acumulen cada vez más tareas para el futuro, que luego terminan afectando tu productividad”.
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El especialista resaltó que este no es un problema exclusivo del mundo laboral o académico, pues también puede darse en el ámbito familiar y personal. Tampoco es un problema exclusivo de los adultos, ya que niños, niñas y adolescentes pueden desarrollarlo.
“Distinto al clásico origen atribuido a la mala gestión del tiempo y la desorganización, la procrastinación también responde a un problema de gestión emocional. Un procrastinador puede ser un gran planificador, pero al mismo tiempo tener dificultades para ejecutar o concretar tareas”.
Saraiba apuntó que un gran aliado de este problema es el perfeccionismo, una cualidad que puede ser positiva en algunos contextos, pero que termina jugando en contra de las personas procrastinadoras. “Los procrastinadores perfeccionistas se quedan esperando las condiciones ideales para actuar y no accionan si algo no ocurre como ellos lo planearon”.
El perfeccionismo
Para el psicólogo, el perfeccionismo esconde el temor al fracaso, pero una forma de atacarlo es interiorizando dos cosas: primero, que las tareas no van a realizarse si no se acciona; segundo, que la posibilidad de que haya un error no es algo que vaya reñido con que las cosas salgan bien.
Finalmente, Saraiba listó algunas recomendaciones para combatir la procrastinación, todas ellas muy sencillas de poner en práctica:
· Haz una autoobservación emocional para que estés consciente de cómo te sientes. Es especialmente útil si tiendes a distraerte.
· Lista los pendientes que tienes y planifícalos para ir abordándolos uno a uno. Tu plan debe responder a tus capacidades y deseos.
· Afronta el desafío del error al no pensar en hacer las cosas perfectas. El miedo a equivocarse es natural, pero no debe detenerte.
· Atrévete a hacer y comenzar, acostúmbrate a ejecutar pequeñas actividades que vayan activándote en tu día a día.
· Aprende la diferencia entre procrastinar y los momentos de ocio y descanso. No son lo mismo, pues los segundos ayudan a recuperar energía.