Aprovechando el lanzamiento de su nuevo libro “La distorsión del poder”, la psiquiatra Rebecca Jiménez se reunió con 950 lectores de El Pitazo en el forochat del jueves 18 de enero, en el que habló sobre sus hallazgos sobre cómo ha cambiado la psique de los venezolanos en los últimos 20 años y cómo evitar trastornos mentales en 2024.
Jiménez indicó que el contexto sociopolítico y económico al que los venezolanos han sido sometidos en las últimas dos décadas ha tenido un fuerte impacto en la salud mental de los ciudadanos. “Los venezolanos han atravesado numerosos trastornos en estos años, siendo el más común una constante distorsión cognitiva en la que se malinterpretan las experiencias internas e internas de cada uno, deformando la realidad”, apuntó.
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Junto a esta, otras patologías mentales se han vuelto frecuentes, como la depresión, la desesperanza, los trastornos de ansiedad y del sueño, según el seguimiento realizado por Jiménez a sus pacientes en ese periodo de dos décadas.
La psiquiatra apuntó que esta realidad podría no cambiar en 2024 para los venezolanos. Además, siendo un año electoral todo podría empeorar debido a la enorme demanda psicoemocional que estos actos tienen. “Los venezolanos deben, más que nunca, trabajar en su higiene mental este año, además de conocer cuáles fueron aquellos conflictos que en el pasado detonaron los trastornos, para así prepararse ante una eventual repetición”, afirmó.
La especialista reconoció que evitar el desarrollo o reaparición de un trastorno mental en un entorno tan hostil como el venezolano no es una tarea fácil. En su opinión, un acompañamiento psicológico sería lo ideal para evitarlo, pero también considera que hay pequeñas acciones que pueden ayudar y todos pueden tomar:
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- Equilibra tu manejo de la información: “la campaña electoral de 2024 abarrotará las redes sociales y estará carga de psicología política para convencerte. Evita saturarte de información para no intoxicarte con ella”.
- Cuida tu físico: no solo ejercitándote, también siguiendo buenos hábitos de alimentación, sueño e hidratación. “Un cerebro sin energía o deshidratado no funciona adecuadamente”.
- Evalúa tus emociones: aunque todos atravesamos distintas emociones en nuestro día a día, los niveles de emotividad demasiado altos pueden ser peligrosos, especialmente si se trata de ira, tristeza o miedo.
- Cultiva zonas de seguridad: identifica y establece lugares que sepas que te ayudan a reducir tu emotividad hasta niveles tolerables. Estos espacios pueden estar en casa, el trabajo o cualquier otro lugar.
Finalmente, Jiménez señaló la importancia de hacer equipo para ayudarse psicoemocionalmente en un contexto tan demandante como el venezolano. “El ser humano se hace más fuerte cuando está acompañado. Allá afuera hay menos enemigos de los que el entorno te hace creer, una opinión diferente no tiene por qué derivar en una desunión absoluta, esa que tanto daño ha hecho a nuestra sociedad”, cerró.