Cumaná.- En Caimancito, Chacopata y Guayacán, comunidades de pescadores ubicadas en el municipio Cruz Salmerón Acosta, estado Sucre, están sin energía eléctrica desde el martes 7 de febrero, cuando se registró un apagón que afectó a estos pueblos de la Península de Araya.
El jueves 28 de marzo se cumplieron 50 días sin luz ni agua en Caimancito. Igualmente, producto de que explotó la Subestación Chacota II, el 18 de febrero, se encuentra sin electricidad aproximadamente 12.000 habitantes de Chacopata y Guayacán.
Miriam Rodríguez, habitante de Caimancito, afirmó a El Pitazo que la luz se fue en la comunidad el jueves 7 de febrero, 11 días antes de que explotara la subestación Chacopata II.
“¡Queremos que nos solucionen la luz, si hay luz se prenden las neveras y se pueden conservar el pescado y los alimentos!”, exclamó Rodríguez, quien explicó que los habitantes de este pueblo de la Península de Araya viven de la pesca y no pueden salir a realizar sus faenas en el mar, porque no tienen hielo para las cavas y mantener el pescado.
Según Rodríguez, Johnny Acosta, alcalde del municipio Cruz Salmerón Acosta, señaló que en el ambulatorio de Caimancito estaba instalada una planta para atender las emergencias, pero el recinto se encuentra a oscuras y las enfermeras y médicos carecen de inyectadoras, gasas y soluciones para atender a los pacientes.
Trascendió que los niños no asisten a clases. “No llega agua, ¿cómo los padres lavamos la ropa a los niños para enviarlos a la escuela? Para el gobernador Edwin Rojas y el alcalde Jhonny Acosta Caimancito no existe”, denunció Rodríguez.
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Griselda Martínez, otras de las vecina afectadas, explicó que ante la falta de luz no se pueden prender las bombas para enviar el agua potable a los residentes de la parroquia Chacopata.
“Prácticamente nos estamos muriendo de hambre, viviendo como camellos. No tenemos agua para beber y preparar la comida”, dijo.
“Queremos que llegue luz. La semana pasada llegó una planta para resolver este problema y todavía estamos esperando que la instalen”, relató Martínez, quien señaló que por la falta de energía eléctrica, en el ambulatorio de Caimancito, un médico trajo al mundo un niño alumbrado con vela y un mechuzo casero.