Caracas.- El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció este martes que la reclusa Joselín Bejarano y su hijo de 27 días de nacido son víctimas de trato cruel, inhumano y degradante en los calabozos del Centro de Coordinación Policial de Cantaura, de la Policía de Anzoátegui.
“Hace 27 días nació el hijo de Joselín Bejarano, quien se angustia y llora todos los días por las condiciones inhumanas en las que sobrevive junto a su bebé. Ambos habitan en una celda del Centro de Coordinación de Cantaura de la Policía de Anzoátegui, donde no tienen acceso a la luz solar, el oxígeno es escaso y el hedor haría vomitar a cualquiera”, refiere la nota de prensa del OVP.
Bejarano, de 34 años, cumple una sentencia de 13 años y 4 meses, de los cuales ya han transcurrido 10 años completos, y de acuerdo a las leyes venezolanas, es candidata a recibir medida alternativa a la privación de libertad.
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Durante una conversación con el OVP, ella detalló que tiene 3 años en Cantaura y durante su período de gestación compartió celda con al menos otras 10 reclusas. Luego de dar a luz en el hospital de la ciudad, fue reubicada en solitario en una celda que era utilizada para guardar colchonetas y algunos objetos de oficina.
“Este espacio tiene filtraciones en las paredes, todo se moja cuando llueve y la humedad es realmente asfixiante. Además, tiene un baño insalubre y le colocaron una cama pequeña para que durmiera junto a su bebé”, explica la nota de prensa.
Debido a una jornada del Plan Cayapa del Ministerio Público, Bejarano pensó que este sufrimiento duraría poco. La Defensa Pública y el Ministerio Público también solicitaron una medida de apostamiento en su hogar ante la Juez de Ejecución Nº 2, Yenny Carolina García, pero ante la falta de respuestas para darle una mejor vida a su bebé, grabó un video para denunciar todas sus penurias, y esto solo ha agravado su situación.
“Deja la denunciadera; si sigues denunciando tomaremos correctivos”, le dijo la coordinadora de Policantaura, Iraly Silva, para amedrentarla, de acuerdo al OVP. También clausuraron la única ventana por la recibían unos pocos rayos de luz solar al día. Además de eso, planean mudar a otra mujer a la misma celda con la presunta intención de vigilarla.
Además, Silva le informó que la Juez de Ejecución Nº 2 ordenó su traslado para el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof), en Los Teques (estado Miranda), a 437 kilómetros del núcleo familiar que la ayuda con medicamentos y alimentos.
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El OVP denuncia que toda esta situación califica como trato cruel, degradante e inhumano. También denuncian que el estrés y la zozobra a la que es sometida durante la etapa de amamantamiento afecta el desarrollo del lactante.
“El traslado al Inof no es una solución para Joselín. Recordemos que la función del juez de ejecución es velar por los derechos humanos del privado de libertad, pero en este caso se está apoyando una arbitrariedad y un castigo contra una joven madre que solo quiso elevar su voz por una mejor vida para su hijo recién nacido”, sentencia el OVP.