Maturín.- Cuando hay vocación no hay limitaciones y eso es lo que demuestran los profesores de la Universidad de Oriente (UDO) para enseñar a sus alumnos del núcleo Maturín, estado Monagas, en pandemia. Durante este semestre, un grupo de ellos comenzó a dar clases por WhatsApp ante la falta de herramientas tecnológicas y una conexión estable a Internet.
Javier Cisneros es dirigente estudiantil en la UDO y aunque no tiene una cantidad exacta de cuántas materias se dictan a través de WhatsApp, explica a El Pitazo este 19 de octubre que es una herramienta que le ha permitido a los profesores sacar el semestre adelante. “Todo esfuerzo se valora, pero es una práctica poco adecuada para aquellas materias en las que obligatoriamente se necesita asistir a un salón de clases para ver la explicación del docente”, argumenta.
Se refiere a aquellas materias numéricas o de laboratorios, aunque Alejandro Marcano, estudiante de Gerencia de Recursos Humanos, dice que también ha visto clases más teóricas de esa forma. “El profesor envía el material, explica y nosotros intervenimos”, refiere el estudiante.
Pero Cisneros aclara que también hay profesores que disponen de equipos y una buena conexión para dictar las clases virtuales, usando Zoom, Google Meet o Classroom. A esto, contrapone la realidad de los estudiantes: no todos tienen dinero para acudir a un cyber café o pagar recargas telefónicas para conectarse.
Cisneros mencionó que si algo mostró la unión para rescatar a la UDO fue eso, las condiciones de dar clases. El rescate de la infraestructura se inició el 16 de octubre. Jesús Guerrero, dirigente estudiantil, recordó que antes hicieron múltiples solicitudes al gobierno regional para recuperar a la UDO, pero no fueron escuchados.
Limpieza
Las actividades de recuperación de la UDO se retomaron el sábado 16 de octubre. En ella estuvo al frente la nueva decana, María Pinto, quien sostuvo una reunión con voceros de la Gobernación de Monagas para canalizar los trabajos. Hasta el momento se han realizado tres jornadas.
La limpieza mostró, una vez más, la realidad de la UDO en Maturín: áreas desvalijadas que no están en condiciones para recibir a los alumnos. Los dirigentes estudiantiles han perdido la cuenta de la cantidad de hurtos y robos que han ocurrido en la institución no sólo en pandemia sino desde antes.
Guerrero explicó que faltan dos jornadas de saneamiento y, luego, habrá una mesa de trabajo en la que, supuestamente, participarán hasta empresarios para recuperar la universidad. El dirigente estudiantil espera que no quede en letra muerta.
“La inversión económica tiene que ser cuantiosa porque en la UDO faltan pupitres, laboratorios, libros, pero sobre todo vigilancia no sólo pública sino también privada, porque de nada sirve que se recuperen todos los espacios y que no haya alguien que los cuide”, dijo por su parte Cisneros.