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jueves, 28 marzo, 2024

Susana Raffalli: “La ayuda humanitaria debe sacarse del diálogo político”

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Carúpano.- Susana Raffalli, nutricionista, especialista en seguridad alimentaria y madrina del programa Saman, asistió a una rueda de prensa durante el desarrollo de la jornada de Formación Teológica Pastoral 2019 que se realiza desde el lunes 10 de junio en la sede de Cáritas Carúpano, municipio Bermúdez del estado Sucre.

A Raffalli se le preguntó sobre la situación política actual que se vive en Venezuela y la connotación que se le ha dado a la ayuda humanitaria.

“Nosotros no hacemos análisis político. Hacemos trabajo humanitario con neutralidad, sea a quien sea. Hemos participado en el grupo de contacto, donde nos solicitaron que habláramos sobre la importancia de la ayuda humanitaria y lo hicimos. Pero la ayuda humanitaria no debería ni debió ser un objetivo para sentarse en una mesa de diálogo. Nunca debió ser manejada de esa forma, ni incluirse entre las tres solicitudes para el Gobierno. Porque la ayuda humanitaria es una necesidad y debe estar siempre”, respondió.

“Ante la situación de precariedad que vive el país, donde se está trabajando en materia humanitaria desde hace siete años, llega un momento de cansancio, mas uno sigue trabajando”.

La nutricionista agregó: “Esperamos que el cambio de modelo de administración sea lo más rápido posible e impere la ayuda humanitaria. El tema de ayuda humanitaria debe sacarse del diálogo político para facilitarnos el trabajo y que mejore pronto la situación del país”, añadió.

En mayo, la Asociación de Egresados y Amigos de la Universidad Central de Venezuela le otorgó el Premio Alma Mater a Raffalli por sus aportes en materia nutricional al país.

Poca ayuda humanitaria

Desde 2015 los venezolanos reciben ayuda humanitaria, gracias al financiamiento de la Comisión Europea, fondos de ayuda de otros países y fondo humanitario de cooperación a través de las  Caritas de todo el mundo, aclara la especialista en seguridad alimentaria.

“Se ha visto a una escala mínima. Desde el mes de enero la Cruz Roja y las Naciones Unidas también están ayudando con la ayuda humanitaria y solo es 30 % de lo que se necesita en el país”, resaltó.

Detalló que será difícil que la población vea que está llegando la ayuda humanitaria, porque a su juicio esta es de poca escala para lo que se necesita.

“En el programa Saman hemos avanzado muchísimo (…). Nuestra mayor felicidad es cuando sabemos que le hemos salvado la vida a un niño”, dijo.

“Los voluntarios de Cáritas saben hacer la evaluación nutricional de los niños y las cifras son una montaña rusa. Muchas veces dependen de si en la comunidad otorgaron algo tan simple como una mejora en la cobertura de los Clap o que mejoró una campaña de vacunación; es algo tan sensible como si llegan las remesas de las personas que se encuentran fueran del país”, esbozó.

La medición de entrega de ayuda humanitaria de Cáritas la realizan bajo tres instrumentos: la carta humanitaria internacional, el Código de Conducta de la Cruz Roja y la Norma Humanitaria Esencial, con la que rinden cuentas para hacerlo bien.

Sin distingo político

La  nutricionista aseveró que no hacen proselitismo político. En compañía de Jesús Villarroel, director de Cáritas Carúpano; Anny Romero, representante de la Base de Datos de Cáritas Venezuela; Gerónimo Sifontes, director de Cáritas Maturín; Emily Rodríguez, encargada de Logística de Cáritas Venezuela; Manuel González, doctor de Cáritas Carúpano; y José Ramón González, coordinador del programa Saman Carúpano, dijo enfáticamente al respecto:

“No hemos recibido ni estamos entregando asistencia humanitaria con ningún partido político y tampoco del Estado ni en coordinación con las oficinas pública. Sí hay reuniones con entes públicos, pero para complementarnos en el apoyo a la población. Pero nosotros no vamos a entregar ayuda humanitaria bajo el mandato de nadie, solo bajo la iglesia. Trabajamos bajo la neutralidad”, sostuvo.


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Anny Romero, representante de la Base de Datos de Cáritas Venezuela, precisó que en 2018 se midió a más de 21.000 niños y fueron atendidos unos 12.000 menores de edad.

Este año han medido a 7.000 niños, agregó Romero. La organización está desplegada en más de 120 parroquias de 16 estados del país, mediante las diócesis.

“Hemos estado haciendo mediciones para poder sacar una cifra nacional, que no es representativa del país, porque son zonas vulnerables que Cáritas maneja debido a que nuestro mandato como iglesia es asumir a los más pobres y vulnerables en estos momentos de crisis”, expresó la representante de Cáritas.

Por último, la madrina del programa de atención de niños en desnutrición expuso que quedó asombrada con la cantidad de personas que han salido del país al abrir nuevamente la frontera.

“Es sorprendente ver las imágenes en las que gran cantidad de venezolanos buscan como opción irse del país para mandarles remesas a sus familias. Han salido muchas más personas que las que salieron el año pasado”.

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