Carúpano.- El director de Cáritas Carúpano, en el estado Sucre, padre Jesús Villarroel, se reincorporó a sus actividades el lunes 21 de septiembre luego de recibir durante 45 días tratamiento para superar el COVID-19.
«Dios me ayudó a superar el coronavirus. Le hablaba cuando me faltaba el aire para poder respirar y le agradecí por acompañar en mi carne a tantos venezolanos en esta cruz del COVID-19. En la cruz Dios es más cercano todo», narró Villarroel.
El presbítero detalló que en el día 41 de su tratamiento fue dado de alta y mientras mejoraba su condición de salud acudió al seminario. «Jamás pensé que mi misión en Carúpano me ayudaría tanto para afrontar una enfermedad, recibí muchas muestras de cariño que agradeceré eternamente», expresó.
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Aclaró que a pesar de haber estado en un centro clínico privado, los gastos médicos no fueron tan costosos porque recibió el apoyo médico. «Yo nunca dejé de pedirle a Dios, al contrario, afiancé mis lazos y lo vi reflejado en los doctores, quienes incluso no me cobraron sus honorarios médicos».
Durante su convalecencia, el director de Cáritas pensó que la gente se alejaría de la organización al conocer de su enfermedad, pero fue lo contrario, porque ahora ayudan a más personas. Calcula que unas 200 personas retiran medicamentos a diario.
«La atención en la casa de la Caridad Santa Ana aumentó el doble. También apoyamos con alimentos y medicinas a 500 ancianos en varias zonas de Carúpano. Le pedí a Dios que me ayudara para seguir colaborando con los necesitados y acabo de recibir la noticia de la apertura de una casa de paso para retornados y migrantes en Güiria«, precisó el sacerdote.