Cumaná.- 600 empresas, pequeñas y medianas, de un total de 2.000 que hay en Cumaná cerraron sus puertas en 2020. La situación fue una consecuencia de las restricciones aplicadas por el gobierno de Nicolás Maduro ante la pandemia por el COVID-19. La información la ofreció este lunes 11 de enero el presidente de la Cámara de Comercio de Cumaná, Miguel Pazos, quien destacó que 30% de los locales tuvieron que bajar sus santamarías.
El vocero de los comerciantes señaló que por la pandemia bajaron las ventas y aumentaron los precios del transporte para trasladar la mercancía desde Caracas a Cumaná. «Un camión 350 cobraba 400 dólares y en la actualidad, 600 dólares. El flete de una gandola subió de 800 dólares a 1.200 dólares», detalló.
Pazos dijo que ante los constantes saqueos e intentos de robo a los vehículos de carga en las carreteras, los empresarios deben contratar los servicios de una empresa de seguridad, por 250 dólares, para que resguarde los camiones en los que trasladan los alimentos a la región.
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El empresario advirtió que el año 2021 inició sin reglas claras por parte del Estado venezolano y no hay forma de mantener los inventarios. Los capitales de las empresas están mermados y no se sabe cuándo llegará a su fin la pandemia.
Henry Zapata, dueño de un pequeño local dedicado a la venta de repuestos de vehículos, señaló que es imposible que pueda reponer su inventario en estos primeros meses de 2021. «El capital no me alcanza para cancelar el transporte y la burocracia que tienen los militares en las alcabalas», agregó.
Zapata mencionó que en los últimos tres años los empresarios en Sucre se han dedicado a la venta de arroz, azúcar y harina, además de artículos de limpieza para lograr mantener sus negocios con las puertas abiertas y poder pagar impuestos, alquiler y sueldos de los trabajadores.