Maturín.- Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron a dos hombres por, presuntamente, participar en la explosión en la planta de gas de Aguasay, municipio Aguasay al oeste de Monagas, el 16 de julio.
La información fue confirmada a El Pitazo el domingo 4 de septiembre por un dirigente social de Aguasay, que prefirió no identificarse porque se siente amenazado por los cuerpos de seguridad.
Los arrestos ocurrieron el 24 de agosto, 38 días después de que fue reportado el incidente en el gasoducto Muscar Soto de 26 pulgadas, según se difundió desde Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
A David Vargas, un agricultor de 41 años de edad, lo detuvieron en la población La Madera mientras que a Jhoger Barrios, un joven de 39 años de edad, en la avenida Bella Vista de Maturín.
Hablan los vecinos
La fuente en Aguasay indicó que Jhoger Barrios y David Vargas fueron trasladados desde la sede del Sebin en Maturín hasta El Helicoide, en la región capital. Hasta la tarde de este domingo 4 de septiembre, las familias desconocían la condición física de los hombres.
Un habitante de la población La Madera, donde reside Vargas, hizo llegar a El Pitazo un video, grabado el 30 de agosto, en el que un grupo de vecinos exige a las autoridades gubernamentales tomar acciones al respecto, pues aseguran que el hombre es inocente.
El vecino también envió dos audios con testimonios de un habitante de la zona y de la esposa de Vargas. José Guerra, habitante, explica que el arresto ocurrió después de que funcionarios del Sebin y miembros del Psuv llegaron el 3 de agosto solicitando la entrega de las planillas de los residentes de la zona que participarían en una jornada del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap).
Luisana Rodríguez, esposa de Vargas, relató que tres funcionarios del Sebin allanaron su residencia sin permitirle estar presente. “Cuando me hicieron pasar vi que había como dos pedazos de hierro que antes no estaban en mi casa”, explicó.
Según Rodríguez, la comisión alegó que buscaba explosivos o bombas, computadoras o teléfonos inteligentes que no poseen. “Me llevaron a declarar con mi hijo de cuatro meses y me regresaron a las cinco de la mañana. En mi casa se quedaron mis otros tres hijos menores de edad”, declaró.