Maturín.- El comercio en Monagas se levanta poco a poco tras el apagón nacional. Reponer el inventario no ha sido fácil porque la falta de oferta y demanda impidió manejar dinero en efectivo y electrónico. A esto, Fedecámaras agrega las pérdidas de mercancía en los 13 municipios de este estado oriental.
El presidente de esta organización en Monagas, José Zerpa, indica que las pérdidas estuvieron entre un 45 y 60 % sobre los ingresos diarios de cada negocio en el estado.
Los empresarios más afectados fueron aquellos con panaderías, charcuterías y carnicerías, quienes esta semana es cuando comienzan a laborar en su horario habitual.
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«Los comerciantes tuvieron que rematar la mercancía para evitar que la afectación fuese mayor. Colocaron el precio muy por debajo del costo al mayor para por lo menos tener algo de ganancia», explicó Zerpa.
Uno de esos negocios es la carnicería donde Luis Lezama atiende el público. Está ubicada en el centro de Maturín; ante la falta de refrigeración, los dueños prefirieron rematar el kilo de carne de res en 3.000 bolívares soberanos cuando actualmente es de 9.500.
«Hubo gente que no se atrevió a comprarla por temor a que se dañara al llegar a su casa. Aquí no tenemos planta y si hubiese, iba a ser difícil mantenerla encendida las 24 horas al día porque el combustible lo estaban restringiendo para las clínicas», contó.
Lezama afirma que desde el apagón sus jefes cambiaron la modalidad de compra. En lugar de tres reses semanales adquieren una y media, obligados, además, por la poca demanda de la clientela.
«Desde la semana pasada, la gente nos está comprando el diario», agrega. Por su parte, Zerpa sostiene que los empresarios también se enfrentan a la restricción de la moneda.
«La circulación del dinero sigue siendo difícil y nosotros seguimos cercados. Es una situación que es más complicada en los municipios que en la capital», explica.
El presidente de la cúpula empresarial en Monagas afirma que esto es una de las causas por las que los comercios estén cerrando en el estado.