Cumaná.- Los clientes de comercios en el municipio Sucre, en el estado homónimo, aseguran que después de que se retiran los funcionarios del Servicio Autónomo Municipal de Administración Tributaria del municipio (Samat), la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) y la Guardia Nacional, luego de las inspecciones de los negocios, los dueños de los establecimientos comerciales vuelven a subir los precios de la mercancía.
Aníbal Vásquez señaló que con los precios que aplican los vendedores a los alimentos están ahogando al pueblo. Es necesario, según él, que diariamente el Gobierno active mecanismos de supervisión para proteger a los consumidores de la usura y especulación que están usando los dueños de los negocios.
“Los vendedores no tienen un ente que los fiscalice y por eso aprovechan para subir los precios de los artículos de la canasta alimentaria”, argumentó Márquez, quien criticó los operativos realizados los últimos días en el centro de la ciudad por funcionarios de la Gobernación de Sucre y Alcaldía de Cumaná. Esos son un montaje para quebrar a los pequeños y medianos vendedores; a los grandes comerciantes y dueños de las distribuidoras no los supervisan.
“En Venezuela debe existir un organismo serio que regule los precios y evite que diariamente se estén incrementando en los alimentos y artículos de hogar. Los comerciantes se excusan con la subida del dólar y la culpa la pagamos los consumidores quienes ganamos bajos sueldos que no alcanza para comprar un kilo de carne”, agregó Vásquez.
Ni el señor Vásquez ni los otros clientes proponen qué podrían hacer los comerciantes para vender a precios que estarían por debajo de lo que ellos deben pagar para reponerlos, en vista de la hiperinflación, repetidamente señalada como la culpable de que los precios estén fuera del alcance de los consumidores y constantemente en subida.
Las quincenas no alcanzan
“Soy una mujer de 85 años y es la primera vez que estoy viviendo esta situación tan difícil. Acudí al mercado a vender dos kilos de arroz para poder comprar pescado y verdura. Nos estamos muriendo de hambre”, afirmó María González, una educadora jubilada.
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La maestra aseveró que el Gobierno de Nicolás Maduro no hace nada por regular el precio de la comida. “No queremos más aumentos. Necesitamos es que vigilen y manden a la cárcel a los empresarios y comerciantes que constantemente están subiendo el precios de los alimentos”, dijo.
Apareció la Sundde
Miroslava Rivero, concejal del municipio Sucre, catalogó como un éxito el despliegue realizado en la primera semana de enero en el centro de Cumaná por los funcionarios de la Guardia Nacional, el Servicio Autónomo Municipal de Administración Tributaria del municipio Sucre (Samat) y la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde).
La vocera del Gobierno local afirmó que fueron inspeccionados los locales comerciales del centro de la ciudad y el Mercado Municipal de Cumaná, con el fin de revisar el margen de ganancias que estaban recibiendo los comerciantes; ellos tienen que saber que su ganancia es del 30%, y no de 400% y 500%.
Rivero informó que en las calles Bermúdez y Mariño se instalarán dos puntos para que los usuarios realicen sus denuncias. “Un equipo se trasladará con el denunciante hasta el negocio donde se esté cometiendo boicot, usura y acaparamiento para verificar que este comerciante no esté estafando al pueblo.
Quién defiende al pueblo
Ramón Pinto, dirigente social de la parroquia Santa Inés, aseguró que el pueblo se alegró cuando la semana pasada se desplegaron las autoridades locales a realizar la supervisión de los precios de los alimentos y artículos de línea blanca en las tiendas y negocios ubicados en el centro de la ciudad de Cumaná.
Pinto exhortó al gobernador Edwin Rojas a que implemente todos los días estos operativos, para proteger verdaderamente a las personas de la inflación y sobreprecio en la harina de maíz, azúcar y arroz.
“Compré un champú el viernes en hora de la mañana y cancelé Bs. 92.000 y en la tarde cuando pase frente del negocio tenía un precio de Bs. 135.000. En Sucre no hay instituciones que defiendan al pueblo de estos delincuentes”, exclamó Pinto, quien aseguró que caminó por las calles Bermúdez y Mariño buscando a los funcionarios de la Sundde para realizar la denuncia y no consiguió a nadie que lo defendiera.