El Tigre.- Los restos de los hermanos Alcides y Euclides Hernández Bolívar, desaparecidos desde enero de este año en aguas del río Orinoco, fueron hallados enterrados en los terrenos de una finca adyacente al lugar donde hace casi tres meses encontraron a los otros tres pescadores que salieron con ellos a pescar el pasado 12 de enero.
El hallazgo de los hermanos de 31 años de edad fue hecho este sábado 10 de abril por funcionarios del Servicio de Investigación Penal del estado Bolívar (Sipeb), luego de que arrestaran a cinco personas, presuntamente, implicadas en el asesinato. Uno confesó el lugar donde estaban los restos.
La información fue confirmada a El Pitazo vía telefónica este lunes 12 de abril por un familiar de las víctimas, quien pidió no ser identificado por razones de seguridad y, al mismo tiempo, para no interferir en la investigación del caso.
La fuente aseguró que sus parientes fueron reconocidos por la ropa que tenían puesta el día que los vieron por última vez. El levantamiento de las osamentas lo realizó una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Subdelegación Bolívar. La familia está a la espera de que en las próximas horas se realice la audiencia y que las autoridades policiales emitan declaraciones al respecto.
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Los hermanos Hernández Bolívar salieron a pescar el martes 12 de enero desde el Palmar del Orinoco, en el municipio Francisco de Miranda, al sur de Anzoátegui. Partieron desde el Puerto de Manirote rumbo al Río Aro en el estado Bolívar, pero no regresaron.
Ambos iban en compañía de Carlos Solórzano, de 37 años; Yosber Flores, de 32 años, y José Castillo, de 61 años, quienes el domingo 17 de enero fueron encontrados en estado de descomposición, maniatados y con disparos en la cabeza dentro de la curiara.
Desde ese momento, autoridades y familiares de los morochos, como eran conocidos los hermanos Hernández Bolívar, comenzaron su búsqueda que terminó este fin de semana. Los hermanos tenían su residencia en El Tigre, pero debido a la situación económica decidieron irse al Palmar del Orinoco, su pueblo natal para trabajar en la pesca y siembra. Uno de ellos deja huérfanos a dos niños de 8 y 4 años de edad y el otro a una niña de 7 años.