Cumaná.- En la capital de estado Sucre solo está habilitada la estación de servicio La Marina para que los trabajadores del mar que tengan un permiso del Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (Isopesca) se surtan de combustible. Los pescadores que no tienen este requisito deben comprar el combustible a elevados precios a terceros y por esa razón se triplica el precio del pescado.
Orlando Gutiérrez, quien reside en el sector Campo Alegre de Caigüire, Indicó que un clavario vive los pescadores en Cumaná para comprar gasolina debido a los controles que estableció el Gobierno en la región. Toda la vida tienen los pescadores de la parroquia Valentín Valiente comprando combustible en la estación de servicio La Ventaja, ubicada en esta zona de la capital del estado Sucre, y ahora deben ir a comprar la gasolina hasta la bomba de La Marina.
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“Las estaciones de servicios ubicadas en la ciudad no quieren vender combustibles a los pescadores, solo surtimos en La Marina, si contamos con un permiso que otorga Isopesca, que además les limita la venta de los litros de combustibles que necesitan diariamente los pescadores para sus faenas”, advirtió Gutiérrez, quien señaló que los precios del pescado están por las nubes por los elevados costos que deben cancelar por la gasolina y aceite que utilizan los motores fuera de borda.
Manuel Ramos, otros de los pescadores afectados, instó al Gobierno regional a que busque una solución urgente al problema de abastecimiento de combustible para los pescadores. No estamos muriendo de hambre, no podemos salir a pescar porque no tenemos dinero para comprar gasolina en dólares y la estación de servicio La Ventaja que está en la comunidad no atienen a los pescadores.
Explicó que tienen que cancelar a terceros 500.000 bolívares por un recipiente de 30 litros de gasolina. Además, tienen que comprar anzuelos y nailon. También se necesita un litro de aceite de motor fuera de borda para ligar el combustible y este tiene un valor de 300.000 bolívares.
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Ramos señaló que para poder trabajar y alimentar a su familia debe salir a pescar en un bote a remo o lanzar anzuelos desde la orilla. “En esta zona hay más de 100 personas que vivimos de la pesca y desde el año pasado estamos sin salir a pescar por la falta de gasolina”
Juan Marchan, tiene más de 30 años vendiendo pescado en una carretilla por las calles de la parroquia Valentín Valiente, aseguró que la escasez del combustible afecta a los pescadores y consumidores porque se incrementa los costos de las especies marinas. “Los pecadores tienen que comprar la gasolina con sobreprecio y eso genera que cuando voy al sector de la Lonja Pesquera a comprar el pescado debo pagarlos a precios elevados”, dijo.
“El kilo de cataco, cachorreta y picúa las compre hoy en 40.000 bolívares y les coloco 5.000 bolívares más para ganarme algo. No soy culpable de los elevados precios del pescado, la gente no entiende que esto es una cadena en donde todos salimos perjudicados. Soy solo un vendedor que me paro todos los días a la 5:00 am y pago un carro que me lleva a la Lonja Pesquera y compro dos o tres cajas de pescado que vendo para poder comprar un kilo de arroz o harina para llevarla a mi casa”, sostuvo.
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