Cumaná.- El viernes 5 de abril fue la última vez que se dializaron los 41 pacientes que asisten al área de Nefrología del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), en Cumaná.
Familiares y parientes de las personas que reciben sus diálisis en este centro de salud, ubicado en la capital del estado Sucre, aseguraron que los enfermos no reciben su tratamiento, porque el equipo para filtrar el agua de los aparatos se encuentra dañado.
Ante el desespero de los familiares por la falta de diálisis, el miércoles 10 de abril, después de las 12:00 pm, los enfermos renales y allegados manifestaron frente a la oficina de director del Huapa, Rafael Montaño, ubicada en el primer piso del hospital.
Un grupo de pacientes renales y sus amigos acudió a las oficinas de Montaño y lo obligaron a ingresar a su despacho para que respondiera a las exigencias de los enfermos, que dependen de la diálisis para vivir.
Los manifestantes recordaron a Montaño que la situación afecta a los 41 hombres y mujeres que dependen de las diálisis para no morir.
“El lunes usted nos prometió que en 72 horas iba a resolver esta situación y no cumplió”, aseguró Franklin López, unos de los enfermos renales quien enfrentó al médico para que solventara esta situación que pone en peligro su vida.
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López indicó que los enfermos realizaron esta acción ante la falta de respuesta de la directiva del centro de salud.
“Estamos reclamando nuestro derecho a la vida. No es justo que nos envíen a los policías a que nos amedrenten, necesitamos dializarnos”, cerró.
Agua sucia
Las personas que sufren de insuficiencia renal aseguraron que el agua que utilizaron para dializarlos el viernes 5 de abril fue extraída del tanque del Huapa, el cual está lleno de limo y sucio.
“Los pacientes recibieron la diálisis con agua contaminada, no fue purificada, eso ocasionó que varios de ellos se enfermaran con diarrea”, explicó unos de los allegados a un enfermos.
Respuesta
La directiva del Huapa anunció que estaban a la espera de un técnico procedente del estado Carabobo, que iba a reparar el equipo que se encarga de purificar el agua.
Aproximadamente a las 3:00 pm, cuando el especialista ingresó al Huapa a reparar la máquina dañada, los pacientes y sus familiares soltaron la risa al ver que el hombre vivía en Cumaná. “Nos volvieron a tomar el pelo”, gritó Jesús Gómez, un joven que acompaña a su abuela a realizarse su diálisis.