Temblador.- Los trabajadores de la Faja Petrolífera del Orinoco se declararon en asamblea permanente en Temblador, municipio Libertador de Monagas, este lunes 17 de febrero para exigirle a Petróleos de Venezuela (Pvdsa) que respete la contratación colectiva y que pague sueldos acordes a la realidad económica que vive el país; aseguran que el salario semanal de los obreros no llega a los 100.000 bolívares.
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Representantes de los obreros, quienes prefirieron resguardar su identidad por temor a represalias, denunciaron que el sueldo de los profesionales recién graduados en Pdvsa es de 400.000 bolívares mensuales y que el monto de la tarjeta de alimentación es el mismo. “Con eso no hacemos nada. No podemos alimentar a nuestras familias”, expresó uno de los voceros vía telefónica.
Son 5.000 empleados los que están afectados en el Distrito Morichal y quienes al mismo tiempo padecen por la ausencia de un seguro médico. Cuando un trabajador se enferma o sufre un accidente laboral, debe ir a un centro asistencial público. “Estamos pidiéndole a nuestros compañeros que se sumen a esta lucha que es de todos”, mencionó.
La estatal petrolera tampoco cuenta con un servicio funerario, por lo que cuando fallece un compañero buscan colaboraciones en la Gobernación de Monagas o en la Alcaldía de Temblador para enterrarlo. “Quienes recuperamos la industria del paro petrolero hoy la estamos pasando mal y no tenemos ningún tipo de beneficio”, indicó.
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Los voceros de los trabajadores denunciaron además que el personal que cumple guardias en los taladros no reciben las comidas porque Pdvsa tiene una deuda millonaria con los proveedores; en su defecto le pagan 60.000 bolívares por comida. “La empresa eliminó los comedores y los proveedores decidieron no fiarles más”, agregó.
El grupo se quejó además de los amedrentamientos y amenazas que reciben por parte de los organismos de seguridad cuando deciden denunciar las irregularidades que ocurren en la empresa y cuando reclaman sus derechos laborales, por ello responsabilizan a las autoridades de seguridad del Estado de cualquier cosa que pueda ocurrirle a cualquiera de sus compañeros.