Maturín.- El alto costo de los medicamentos para la tensión ha hecho que los adultos mayores no puedan adquirirlos con la pensión de vejez. Cifras de la organización Rescate Venezuela indican que nueve de cada diez abuelos en Monagas acuden a las jornadas humanitarias buscando algún antihipertensivo.
La responsable de comunicaciones de Rescate Venezuela, Jacqueline Castañeda, dijo que cada vez es más frecuente que los abuelos lleguen a los campamentos con su récipe e informe médico para que les entreguen el tratamiento.
“La mayoría no va por ayuda médica sino por sus pastillas. Nosotros se las entregamos, pero primero deben pasar por la consulta del especialista”, explicó.
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En las farmacias venden cada blister de 10 pastillas antihipertensivas por 10.000 bolívares y los adultos mayores deben comprar tres para completar el mes, un costo que los pone a escoger entre el tratamiento y la alimentación.
“Obviamente, todos prefieren alimentarse. Nos encontramos con pacientes que le han dicho al médico que tienen más de tres meses sin tomar pastillas porque estás muy caras. Cuando saben que se han agotado las medicinas, entonces, se marchan resignados”, refiere.
Castañeda indica que lo mismo ocurre con aquellos abuelos que tienen otras afecciones, como la insuficiencia cardíaca y las arritmias, que se convierten en las enfermedades más comunes entre los atendidos en los tres campamentos humanitarios realizados en Monagas, dos de ellos en Maturín y otro en Ezequiel Zamora, el segundo municipio más importante del estado.

Jornadas en cifras
Las jornadas de Rescate Venezuela suman 1.787 beneficiados en este estado oriental de los 112.729 en todo el país. Recientemente, se instaló un campamento en Punta de Mata (Ezequiel Zamora), donde 500 ciudadanos recibieron atención médica – odontológica, tratamiento y comida.
De ellos, 80 %, es decir 400, correspondieron a niños y adultos mayores. Sobre las enfermedades más comunes entre los infantes, Castañeda indicó que son la parasitosis, infecciones respiratorias y afecciones en la piel para las que también se entrega medicación.
La responsable de comunicaciones de la organización dijo que cada campamento se instala sin ofrecer información previa a la comunidad por motivos de seguridad.
Sin embargo, trabajan en conjunto con las comunidades y la Iglesia Católica para obtener datos sobre la cantidad de habitantes que necesitan ayuda.