Barcelona.- 15,67 metros. Un récord olímpico, un récord mundial. “Gracias, Yuli, gracias. Muchas gracias, Yuli, gracias, gracias”, decía su madre y todos repetían. La casa de Yulecsis Rodríguez, la madre de Yulimar Rojas, se venía abajo por la algarabía, los saltos y la euforia de la gente por la medalla de oro que este 1 de agosto obtuvo la atleta venezolana, de origen oriental, en los Juegos Olímpicos Tokyo 2020.
Un día antes de su presentación en los Juegos Olímpicos, Yulecsis Rodríguez decoró el estacionamiento de su casa para que familiares, amigos, vecinos y conocidos fueran a ver la participación de su reina, y pese a haber amanecido afinando los últimos detalles, fue la primera en levantarse para recibir a los visitantes.
Media hora antes de que Yulimar Rojas realizara su primer salto, Yulecsis caminaba de un lado a otro sin parar. Reía de alegría mientras decía que su hija le había prometido que lograría un nuevo récord y se traería la medalla de oro para su país, Venezuela.
“Mi hija nos prometió que en Tokio lograría un nuevo récord y la medalla de oro. Yo estoy segura de que lo logrará, porque ha trabajado muy duro durante cuatro años consecutivos para alcanzar su objetivo. Ella se ha esforzado mucho”, indicó Yulecsis al equipo de El Pitazo en Anzoátegui antes de ver a su hija en la pista de Tokio.
Mientras se acercaba la hora de ver a su hija a través de la pantalla gigante que pidió instalar en su hogar, parecía que los nervios se abrazaban a Yulecsis, pero ella siempre les mostró una sonrisa a todos los que se cruzaban a su paso constante.
Y llegó la hora de la presentación. Comenzaron las lágrimas a correr por las mejillas de su madre y hermanas. Todos gritaban: “Vamos, Yuli, vamos, vamos que tú puedes”. Sus hermanos, Félix, Yuleidis, Yerilda, Yorgelys, y su padre Pedro Zapata se sentaron en primera fila; las otras 16 sillas estaban siendo ocupadas por el resto de la familia. Yulecsis nunca dejó de caminar.
En su intento para clasificar a la final, Yulimar logró 14.77 metros el pasado viernes 30. Y este domingo el furor se acrecentaba a medida que pasaba el tiempo. De pronto, la madre de Yulimar desapareció. Todos preguntaban por ella, hasta que una de sus hijas comentó que se había encerrado en su cuarto para ver en íntimo la última oportunidad que tenía su hija para lograr su objetivo.
¡Lo logró! Yulimar rompió su propio récord y se apoderó del primer lugar en salto triple femenino en Tokyo 2020. Los gritos, los saltos y las lágrimas aparecieron. El piso de aquel hogar temblaba y fue en ese momento cuando Yulecsis salió al estacionamiento. Gritaba, todos la abrazaban y no paraba de agradecer a su hija por la meta alcanzada.
“Gracias, Yulimar, gracias, muchas gracias”, repetía una y otra vez Yulecsis, al tiempo que se escuchaban los gritos de agradecimiento de sus padres, hermanos, familiares, vecinos y allegados. Todos lloraban y reían al mismo tiempo.
En medio de la celebración, los padres de Yulimar sacaron una bandera de Venezuela de aproximadamente 30 metros de extensión, a la cual se fueron abrazando todos los asistentes para dar inicio al tradicional recorrido en honor a la victoria que había alcanzado la atleta oriental.
Pero la celebración apenas comienza, porque la madre de Yulimar Rojas aseguró que en cuanto su reina reciba la medalla de oro realizarán una caravana en la que estima recorrer toda la zona norte del estado Anzoátegui. Y se lo confirmó a cada uno de los vecinos que se acercaban a fotografiarse con quien es la madre de la atleta que ostenta el récord mundial en salto triple femenino.