Aguasay.- En Palo Blanco aún huele a gas. Es la comunidad rural cercana a la planta de gas en Aguasay, al oeste de Monagas, donde la noche del sábado 16 de julio ocurrió un incendio en el gasoducto Muscar Soto de 26 pulgadas.
La noche del miércoles 20, habitantes denunciaron a El Pitazo que la concentración de gas les impide cocinar. “Hoy (miércoles 20), aún se veían llamas por la tubería, también persiste el olor a gas y por eso no podemos cocinar”, declaró una vecina vía telefónica.
La habitante pidió no identificarse, porque las autoridades gubernamentales les prohibieron hablar con los medios de comunicación; teme que al hacerlo la detengan.
La gente de Palo Blanco está cocinando en El Majomo, que es una comunidad cercana al sitio del incendio, donde no hay riesgos de explosión. “Aquí no habrá una tragedia por prender una cocina o un fogón”, aseguró.
Pero en Palo Blanco, los vecinos también enfrentan la falta de agua por tuberías. Otro habitante denunció que el pozo que los surte se contaminó con hidrocarburo. “La alcaldía trajo a unos expertos que tomaron una muestra al pozo y el agua que salió no tenía buen aspecto, se veía oscura. Dijeron que estaba contaminada y ahora tampoco podemos usar el agua”.
La municipalidad levantó un informe y lo entregó a la Gobernación de Monagas. Ahora, al pueblo llegan camiones cisternas para atender a las familias.
El incendio en la planta de gas de Aguasay es investigado por el gobierno de Nicolás Maduro. El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, atribuyó el hecho a un supuesto atentado en contra de la industria y Venezuela.