Maturín.- La gasolina solo dura seis horas en las estaciones de servicio en Maturín, con suerte siete si los conductores van a recargar para no esperar que la aguja indique que al vehículo le queda menos de un cuarto de tanque.
Es así porque la distribución de combustible sigue siendo menor. A cada una de las 52 estaciones de servicio en el estado les llega entre 13.600 y 23.400 litros interdiario y no los 72.000 litros, que es el equivalente a dos gandolas: una con 91 y otra con 95 octanos.
Juan Sánchez es trabajador en una estación de servicio ubicada en la zona norte de la capital de Monagas y recordó que desde hace más de un mes no hay despacho de este último octanaje. Al preguntarle las razones, contestó que es porque ya no está llegando al llenadero del estado Anzoátegui.
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“Sí hay escasez de gasolina, lo que pasa es que no lo quieren reconocer. Esa es la razón por la que nos surten poco”, dijo Miguel Díaz, empleado de una gasolinera en la avenida Orinoco, quien espera que ahora con la restricción en la venta de gasolina las colas bajen y la gasolina dure más.
Desde este lunes 3 de junio la venta de gasolina en Maturín quedó restringida por el número final de la placa. Si termina en 0, 2, 4, 6 u 8 su turno será los lunes, miércoles y viernes, pero si es en 1, 3, 5, 7 ó 9 entonces le tocará martes, jueves y sábado. El domingo es día libre y cualquiera puede cargar.
El Pitazo recorrió las gasolineras ubicadas en las avenidas Raúl Leoni (sentido sur), Libertador, Orinoco, Bolívar y Alirio Ugarte Pelayo, y se evidenció que las filas disminuyeron considerablemente en la ciudad. “Hay que esperar a ver si es que en Maturín hay menos carros con placas que terminan en números pares o aquellas con terminación impar”, dijo Díaz.

La medida no fue bien recibida por los taxistas a quienes no dieron prioridad en la estación de servicio Alex, donde pueden surtir los transportistas, médicos, policías, conductores de ambulancias o funcionarios públicos, sin ningún tipo de restricción.
A Luis Pino, taxista, se le acaba la gasolina a media mañana y aseguró que no puede esperar día y medio para volver a cargar. “La alimentación de mi familia depende de mi trabajo diario. Tiene que haber flexibilidad para nosotros”, manifestó luego de llenar el tanque de su camioneta.
Sánchez, bombero en una estación en la avenida Alirio Ugarte Pelayo, sostuvo que aunque se atiende dependiendo del número de placa se presta el apoyo a quien lo necesite, porque los guardias nacionales que vigilan el sitio tienen instrucciones de dejar pasar al que no tenga combustible en su auto.