Barcelona.- Inestable y poco frecuente se ha mantenido la distribución de agua potable en la zona norte del estado Anzoátegui en los últimos dos meses.
La ausencia del líquido en los hogares de Barcelona, Puerto La Cruz, Guanta y Urbaneja se intensificó tras la denuncia de un brote de cuadros infecciosos intestinales severos que cobraron la vida de al menos 16 personas en la entidad y la razón sería la contaminación del canal que surte a la planta potabilizadora José Antonio Anzoátegui.
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Así lo han denunciado en reiteradas oportunidades el gobernador del estado Anzoátegui, Antonio Barreto Sira, y la autoridad única del Sistema integrado de Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos del estado, Plácido Malavé, quienes han exhortado en distintas oportunidades a la gerencia de Hidrocaribe y hasta ahora no ha sido normalizada la distribución.
Quienes habitan en la capital del estado cuentan que han pasado más de 15 días sin el servicio de agua potable. Lo mismo ocurre en la parte alta del municipio Sotillo, parte de Guanta y Lechería.
Desde comienzos del mes de enero, la paralización del suministro, debido a supuestas fallas en el sistema de potabilización han sido recurrentes, a tal punto que hasta ahora se han registrado seis protestas en la zona norte de personas que exigen agua en sus hogares.
Tal es el caso de Alondra Contreras, quien cuenta que en lo que va de año en el sector Pozuelos de Puerto La Cruz han sufrido más de seis cortes sin previo aviso. Lo mismo ocurre en los sectores Boyacá, Las Casitas, La Ponderosa, Mayorquín y El Viñedo, donde más de diez mil familias claman por el restablecimiento del servicio.
Plácido Malavé exhortó a representantes de la Hidrológica del Caribe a garantizar la eficaz distribución de agua en los hogares anzoatiguenses. Además pidió la adecuada potabilización, debido a que en el estado se han registrado más de cuatro mil cuadros diarreicos producto de esta irregularidad.
“Ya basta de poner a vivir a nuestros vecinos como camellos. Es hora de que solventen la situación y comiencen a garantizar el servicio, que además es un derecho que tienen los anzoatigueses.