Mochima.- Una mancha marrón se extiende sobre las playas de Mochima. Si la miras de lejos, parece una alfombra y, de cerca, el tallo de una coliflor. Su nombre es Unomia Stolonifera y es un coral invasor que pone en riesgo la biodiversidad del parque nacional, que tiene una extensión de casi 95.000 hectáreas y se ubica entre los estados Anzoátegui y Sucre, al oriente de Venezuela.
El coordinador de Proyecto Unomia, Mariano Oroño, explicó a El Pitazo que se trata de un problema más grave que un derrame petrolero, porque el coral crece muy rápido, no tiene depredadores naturales por ser de Indonesia y se adapta bien al entorno. Por eso, los corales nativos están muertos debajo de él. “Se están muriendo nuestras especies”, lamentó.
Proyecto Unomia calcula que más del 50% del Parque Nacional Mochima está colonizado por el coral invasor, cuya reproducción puede ser sexual y asexual, que es cuando un mismo organismo da vida a otro a través de la división y duplicación de sus células. Se estima que el coral crece un metro cuadrado cada tres meses aproximadamente.
Eso ha hecho que haya zonas de Mochima irrecuperables. Hay otras en las que con trabajo duro se puede recuperar la biodiversidad y para eso hay que extraerla de forma controlada para evitar que caigan larvas que van a reproducirse.
“(El coral) Está asfixiando a las especies nativas. Las va arropando como si fuera una alfombra, se monta sobre los arrecifes de nosotros, los va tapando y los va asfixiando. Esto trae como consecuencia la merma de la pesca, porque los peces que hacen vida dentro de los arrecifes se van a tapar sus casas”, precisó en conversación telefónica este martes, 22 de marzo.
Por eso los pescadores se quejan. Ahora, deben faenar mar adentro: gastan más gasolina y los costos aumentan. Aunque la organización no tiene una data de la cantidad de especies que han migrado, sabe que algunos como los peces loros ya no se aprecian.
Turismo en riesgo
El coral invasor no representa un peligro para los bañistas, porque no es una especie venenosa. Pero su presencia sí podría alejar a los turistas, pues al tacto se siente gelatinoso, como una medusa o un agua mala, ejemplificó el coordinador de Proyecto Unomia, Mariano Oroño. “Nadie va a querer sentir algo así”, expresó.
Oroño refiere que el turismo se ve afectado porque la gente que iba a bucear a Mochima ya no lo está haciendo, porque “lo único que ve es Unomia, ya no ve biodiversidad”, enfatizó. El turismo de playa también se reduce porque el coral crece desde dos centímetros de profundidad hasta 50 metros de profundidad. Por eso, puedes conseguirlo a la orilla de la playa.
“Esto también trae un problema social, porque hay comunidades que viven del turismo que están siendo afectados, porque si el pescador no pesca vive del turismo con las lanchas, pero si no hay turismo se le pone bien difícil la cosa”, indicó.
Lo que recomienda Proyecto Udomia es comenzar cuanto antes la extracción controlada y resembrar especies marinas, incluso en Choroní, estado Aragua, y las costas de Falcón donde también se detectó la presencia del coral invasor, cuya presencia en el oriente del país se remonta al 2005.
Los pescadores de Valle Seco en Mochima explicaron a Proyecto Unomia que un señor de La Guaira, estado Vargas, la sembró en esa época y eventualmente iba a sacarla, presuntamente para venderlo. La organización comenzó a investigarla en 2007 y desde entonces trabaja para erradicarla del mar.