Maturín.- Confusión. Esa es la palabra que define a los comerciantes en el oriente venezolano ante la aplicación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (Igtf). Después de tres semanas de su entrada en vigencia, en los comercios no queda claro a qué artículos y a partir de qué monto se cobra.
La falta de información ha hecho que en Anzoátegui y en Sucre no se acepten divisas. Este 12 de abril, El Pitazo conoció que solo aquellos empresarios que tienen máquinas fiscales en sus locales emiten facturas y cobran el 3%. El resto les exige a los usuarios el pago con bolívares en efectivo o electrónicos, según sea el caso.
La situación es distinta en Monagas y Nueva Esparta, donde el dólar sigue circulando en los establecimientos comerciales incluso más que el bolívar. La diferencia entre estos estados y los otros es que los comerciantes reciben dólares, pero facturan en bolívares.
“Algunos son flexibles y te dan la opción de no pagar el impuesto de grandes transacciones, porque saben que no todos tenemos el dinero suficiente como para pagarlo”, dijo a El Pitazo Guillermo Velásquez, habitante de Maturín.
Velásquez compró un celular hace una semana y el comerciante, en lugar de darle una factura, le hizo una nota de entrega con la que puede reclamar si el equipo sale defectuoso. Un vendedor en Maturín, quien prefirió no identificarse para evitar acciones del gobierno de Nicolás Maduro, argumentó que hace lo mismo para no perder clientes.
Según estimaciones de la especialista tributaria Magloris Alcalá, en Maturín solo en 1 de cada 10 comercios se aplica el nuevo impuesto. ¿Cuál es la razón? Alcalá responde que es el alto costo de las máquinas o su adecuación. Consecomercio estima que se trata de un trámite que ronda los 600 o 1.000 dólares.
Opciones ante incertidumbre
En Monagas también ocurre que en las grandes tiendas aceptan el pago con Zelle, pero omitiendo la palabra “pago” en el asunto. En cambio, se le pide a la persona que en el asunto coloque su nombre, apellido y cédula de identidad. La factura sale a nombre de quien tiene la cuenta extranjera y se hace una nota de entrega a quien compra.
En Margarita omiten las facturas y los comercios llevan un control interno. Giovanna Torani, infociudadana de El Pitazo, contó que en la isla se aplica el impuesto tanto en negocios de comida como en aquellos de venta de electrodomésticos, vestidos y calzado.
La gente en Nueva Esparta cree que la aplicación del Impuesto a las grandes transacciones financieras va a disparar la economía informal, algo que ya se aprecia en el centro de Porlamar, donde los comerciantes informales han retomado la calle ofreciendo todo tipo de mercancía dolarizada, libre de pagar impuesto.