Maturín.- Sin temor al lugar, unas 5 familias levantaron sus casas a 20 metros de las tumbas en el cementerio de Pararí, parroquia La Pica de Maturín, capital del estado Monagas. La denuncia fue hecha a El Pitazo este 10 de noviembre, vía telefónica, por habitantes de esta comunidad rural.
Las personas tienen 8 meses en el sitio: hay 5 hombres, 4 mujeres y 15 niños. Usaron las bases de unas casas que dejó una constructora que hizo 80 residencias en el sector Bicentenario, ubicado en los alrededores del cementerio, para la Misión Vivienda en el 2015 cuando el gobierno de Nicolás Maduro entregó 685 viviendas en Pararí.
“Hace cuatro años realizaron la última entrega de ese lote de viviendas y hacia el lado del cementerio también se iban a construir más casas de ese urbanismo (Bicentenario), pero la constructora solo colocó los planchones, con las tuberías de aguas negras, la acometida eléctrica y el piso de concreto y el gobierno entregó los materiales para que las terminaran, pero la gente no lo hizo sino que vendió los materiales de construcción”, denunció Berta Camacho, vecina de la zona.
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Camacho, ama de casa, dijo que las familias comenzaron a levantar las casas con techos de zinc, pero que no cuentan ni con agua potable ni con red de aguas negras. “Las condiciones no son óptimas y el espacio en el que decidieron habitar no es el más adecuado”, agregó.
Daniel Rivas, vecino, dijo que la situación de estas familias debe evaluarse, pero al mismo tiempo a los funcionarios del gobierno de Maduro que permitieron edificar casas en los terrenos del cementerio del pueblo, que además tiene otras irregularidades que aprovechó para denunciar.
“El cementerio está limpio porque una cuadrilla vino a quitar el monte por el día de los muertos, aquí lo que ocurre es que no se cumplen las reglas para entrar a los difuntos, pues cualquiera llega al sitio y abre un hueco donde mejor le parece”, dijo Rivas a El Pitazo. El vecino mencionó que algunas familias han optado por colocar fosas sobre fosas para sepultar los cadáveres.
Rivas mencionó que están a simple vista y que tienen la altura suficiente como para que entre una urna. Lo que hacen los usuarios es que una vez se entierra el cuerpo, colocan la tapa y sellan con cemento para evitar que salga el olor de la descomposición del cadáver.