El uso de unidades de transporte público, autobuses, vans y hasta motos fue notorio en la jornada del simulacro electoral este domingo, 30 de junio, en el estado Anzoátegui. Fueron habilitados 73 centros de votación e instaladas 173 mesas.
La participación de electores resultó masiva desde temprano en la mañana y hasta el mediodía. Luego, entrada la tarde, comenzó a descender la afluencia de personas en las colas.
La presencia de funcionarios y empleados públicos en largas filas era notoria, en su mayoría de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) e instituciones adscritas al Gobierno, como las alcaldías.
Los jefes de UBCH y consejos comunales también predominaron en la jornada, ya que llegaban al centro de votación con un grupo perteneciente al 1x10x7.
Así lo confirmó un residente del sector Pueblo Nuevo Sur en El Tigre, quien contó que acudió a la Escuela Meneven porque la jefa de su calle lo fue a buscar para que votara en el simulacro. «Vinimos varios, estamos en su listado de 1x10x7, pero fue rápido el proceso, más tardé en la cola», agregó.
Simulacro electoral: PSUV ejerció control ciudadano y uso de recursos del Estado
Oposición observó
El vocero de la Plataforma Unitaria Democrática en El Tigre, Nelson Hernández, señaló que «fue evidente la movilización del Gobierno, que activó su maquinaria para que toda su estructura de 1x10x7 se movilizara y hacer ver las grandes colas».
Destacó que observó cómo en los centros había puntos en los que empleados públicos «obligados tenían que firmar para dejar constancia de que habían asistido al simulacro». Hizo énfasis en la logística de quienes estaban en los toldos, que en algunos lugares eran blancos, llevando los listados.
Según Hernández, en El Tigre solo 7 centros de 71 fueron habilitados para este proceso, lo que influyó para que se observaran tantas personas en cola.
La coordinadora de Organización del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en Simón Rodríguez, Yurbis Gutiérrez, en entrevista a una televisora local señaló que la mayor participación era de personas de la tercera edad y que todo el proceso transcurría con normalidad.
En Puerto La Cruz y Barcelona, en los puntos instalados fuera de los centros de votación, también los electores debían firmar para llevar el control de la participación.