Clarines.- Emelia Martínez tiene siete días haber sido diagnosticada como paciente positivo de COVID-19 y en este lapso asegura que no ha podido cumplir con todas las medidas de aislamiento y bioseguridad requeridas debido a que en el sector donde habita, ubicado en la zona oeste del estado Anzoátegui, carecen de agua potable.
La residente de la comunidad Luis Rafael Bustillo, situada en la población de Clarines y donde residen 150 familias, cuenta que en la zona ocho vecinos se encuentran en aislamiento domiciliario tras recibir los resultados como positivo al virus, por lo que claman por el restablecimiento del suministro de agua potable.
“Somos en total nueve pacientes positivos y asintomáticos que estamos recibiendo tratamiento en nuestros hogares, pero tenemos casi un mes sin agua y así no podemos quedarnos encerrados dentro de nuestros hogares. Necesitamos solución de inmediato”, indicó Martínez.
A pocos metros del ama de casa se encuentra Luisa Rondón, quien también es paciente asintomático de COVID-19 y teme por la salud de su madre y su dos hijos de 16 y 19 años de edad, pues no ha podido cumplir con el aseo personal en el interior de su hogar, debido a la falta de agua potable.
“Tenemos casi un mes sin agua potable y las autoridades saben sobre el brote de COVID-19 que hay en nuestro sector. Qué esperan para actuar y para surtirnos de agua. Tenemos los tanques completamente vacíos”, denunció Rondón.
Según el último reporte aportado por el Gobierno de Nicolás Maduro, en el estado Anzoátegui se han contabilizado 3.431 casos positivos de COVID-19 y 89 fallecidos, cifra en la que ha diferido el Gobernador de la entidad, Antonio Barreto Sira, quien asegura que los contagiados son más.