Puerto La Cruz.- En horas del mediodía de este martes 28 de julio, trabajadores de la funeraria Vallés, que vestían trajes de bioseguridad, levantaron el cadáver de Carlos Méndez, de 60 años de edad, el cual estaba desde la madrugada del lunes en el interior de su residencia.
La acción se dio luego de que habitantes del Bloque N°1 del sector Los Cerezos, en Puerto La Cruz, zona norte del estado Anzoátegui, cerraran la avenida Prolongación Paseo Colón, durante dos horas consecutivas, en señal de protesta, porque el cadáver del sexagenario llevaba ya dos días en el apartamento N° 5 del piso 2, en la mencionada urbanización.
La información la dio a conocer al equipo de El Pitazo una de las habitantes de la zona, quien aseguró que un familiar del sexagenario tuvo que cancelar 150 dólares para que pudieran trasladar el cuerpo hasta el crematorio del cementerio Metropolitano en Barcelona.
“Nadie quería recoger el cadáver porque decían que no había vehículo para su traslado, pero una vez que un pariente se ofreció a pagar, apareció la camioneta de la funeraria y los trabajadores estaban vestidos con el traje blanco de bioseguridad, porque la muerte de Carlos es por sospecha de COVID-19”, destacó.
El cuerpo del sexagenario sería cremado en las próximas horas y sus cenizas entregadas al único pariente cercano que tenía (su cuñado), pues el resto de sus familiares migraron hacia Portugal hace aproximadamente un año, tiempo en el que Carlos Méndez se dedicó a trabajar en una farmacia ubicada en el municipio Guanta de la entidad.
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