Caracas.- Del otro lado del teléfono se escucha un llanto fuerte. Es un llanto de bebé, el de Aidam. Tiene sueño y le miden la tensión arterial. Eso y la presencia de una enfermera a cada hora lo estresan. Es martes 25 de enero, cuatro días después de que Aidam logró superar un momento crucial en sus siete meses de vida: una cirugía de corazón abierto.
Aidam es el bebé que esperaba por una ambulancia para viajar desde la capital del estado Monagas, Maturín, hasta Brasil para recibir la atención médica que sus padres no podían costear en Venezuela. A los dos meses de nacido fue diagnosticado con una enfermedad congénita del corazón.
El caso de Aidam Marcano llegó a El Pitazo el 14 de diciembre de 2021. En ese momento su papá, Edioswal Marcano, contó que solicitaron la ayuda del gobernador Ernesto Luna seis veces mediante cartas y que no recibían respuestas. Marcano contó el 22 de enero que tras la publicación de El Pitazo la noticia se viralizó en redes sociales y “llegó a donde tenía que llegar”.
Lo que ocurrió fue que Luna acudió al hospital Manuel Núñez Tovar, de Maturín, se reunió con los padres, se comprometió con el traslado y con costear los gastos de la cirugía en el Hospital de Clínicas Caracas. El presupuesto de la cirugía ronda los 80.000 dólares. “Estamos agradecidos con él. Se ganó nuestro respeto y el de nuestra familia”, expresó.
El papá de Aidam agradece a Dios por la oportunidad de vida que tiene su hijo y a cada una de las personas que estuvieron pendientes del bebé, como los pediatras del hospital de Maturín, que aun cuando le dieron de alta médica, le permitieron quedarse en la emergencia pediátrica para monitorear los signos vitales del niño.
Evolución satisfactoria
Aidam estuvo seis horas en una cirugía en la que los médicos José Figueredo y Federico Borjes lograron corregir la falla en su corazón. 24 horas después lo desconectaron del respirador artificial, pues sus signos vitales estaban estables. Cuatro días más tarde evoluciona satisfactoriamente.
“Ha sido un cambio increíble. Antes, cuando hacía sus necesidades fisiológicas, debíamos tener oxígeno a la mano porque le daban crisis, los espasmos. Ahora no es así. Ahora llora con libertad y nosotros estamos confiados en que no le pasará nada”, expresó Marcano vía telefónica este 25 de enero a El Pitazo.
Ahora el bebé duerme mejor. Tiene más movilidad, se cansa menos, su boca y sus cachetes ahora son rosados y no pálidos, como antes de la operación. “Son muchos los avances que seguiremos observando, porque su cuerpo debe ir adaptándose a su nueva normalidad”, explicó el padre.
Aidam debe pasar cinco días en observación y luego será dado de alta médica. Pero antes de regresar a su casa en Maturín debe ir a consulta médica 15 días después de salir del hospital y regresar al mes siguiente. Después seguirá en control cada tres meses, luego cada seis meses hasta que su chequeo sea anual, porque así es el seguimiento de la cirugía que le garantiza la vida.