Clarines.- Al oeste de Anzoátegui, la población de Sabana de Uchire vive con el temor de que un mosquito los contagie con una enfermedad que puede ser mortal: la leishmaniasis. Se trata de una enfermedad infecciosa, transmitida por un mosquito hembra infectado por un parásito diminuto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica a la leishmaniasis cutánea como una de las tres formas de infección. En la piel se ve como una roncha que tarda en sanar. Con ella, 66 personas están contagiadas en Sabana de Uchire, municipio Bruzual de Anzoátegui. Eliseo Uriepero es un habitante de esa parroquia y lo confirma.
Uriepero es el papá de un niño de 5 años de edad infectado. Vía telefónica, informó a El Pitazo este 3 de mayo que los enfermos pueden ser más por tres razones: en la zona abundan los mosquitos, la gente no ha podido ir al médico y hace 20 años no se fumiga.
Estima que las personas comenzaron a enfermarse en enero de este año 2022. “Mi hijo se enfermó hace un mes y ayer (lunes 2 de mayo) pude llevarlo al médico. La señora que nos acompañó al hospital de Barcelona también tiene leishmaniasis, al igual que un vecino”, dijo.
José Villegas, habitante de Sabana de Uchire, también conoce a personas infectadas. Su sobrina es una de ellas, se contagió hace 40 días y “ya tiene tratamiento”, expresó. En su calle, hay enfermos en cuatro casas, una persona por casa.
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Fumigación, control sanitario
Los vecinos de Sabana de Uchire exigen a las autoridades fumigación y control sanitario. A la gente le preocupa que los casos se disparen ante la falta de dinero para cubrir un tratamiento médico y viajar tres horas en autobús hasta Barcelona.
“Cada pasaje cuesta tres dólares y debes tener diez dólares adicionales para pagar un carro exprés de regreso, porque si se te hace tarde no alcanzas el autobús, que sale a las 2:30 de la tarde. Además, debes comer y prever que tienes que comprar de todo para que te atiendan”, explicó Uriepero.
En la comunidad, la gente quema cartones de huevos para espantar a los mosquitos, pero la técnica no es suficiente porque vuelven a aparecer en cuanto se agota el humo.
“No todos los vecinos tienen mosquiteros en sus casas porque no tienen dinero”, dijo Villegas, quien teme que ocurra una epidemia ante el aumento de los casos. “Desde el 89 que no se veía un brote similar”, agregó.