Barcelona. “La dolarización y el elevado costo de la mercancía comenzó a influir en capacidad adquisitiva que tenemos los comerciantes del mercado municipal de Boyacá III en Barcelona, donde existen 920 locales comerciales, pero el 30% de los adjudicatarios han tenido que bajar sus santamarías”.
Son las palabras de Efraín Lugo, quien atiende uno de los locales comerciales del principal expendio de alimentos del municipio Bolívar en el estado Anzoátegui, donde algunos adjudicatarios se han visto en la obligación de paralizar sus actividades económicas por falta de recursos para reponer mercancía.
Lugo explicó que los mayoristas aumentan el precio de la mercancía hasta dos veces por semana, lo que les impide generar recursos para continuar llenando sus mostradores, razón por la que exigen supervisión en la distribución de productos a los comercios del mercado informal.
“Hace dos años podía comprar una res y la vendía en una semana, ahora las ventas han bajado porque solo puedo comprar media res a la que debo hacerle ajustes dos veces por semana. Eso obliga a los consumidores a evaluar la posibilidad de hacer compras en establecimientos donde tengan mayores ofertas”, destacó Lugo.
El comerciante informal Luis Carrero, aseguró que se trata de una política de asfixia para los comerciantes e hizo un llamado a la administración del mercado municipal para que contribuya en el mantenimiento del expendio de alimentos y en la supervisión de ventas ilegales que también influyen en la disminución de ventas del establecimiento.
Las denuncias fueron recabadas por la ONG Aprender Haciendo durante la visita realizada al mercado municipal, donde fueron escuchados los adjudicatarios que aún mantienen las ventas de sus comercios, actividad que se realiza en alianza con El Pitazo.
LEE TAMBIÉN