LOS PITAZOS DEL DIRECTOR
Por: César Batiz
De acuerdo con diversas fuentes consultadas hasta la mañana de este domingo, Zulia es la entidad del país donde existe una mayor posibilidad de un triunfo opositor en las elecciones regionales del 21 de noviembre. En el comando de Manuel Rosales, candidato de la Unidad, muestran confianza y triunfalismo.
El exgobernador no solo estaría cerca de la victoria, sino que sería también el portaviones para los aspirantes a las 21 alcaldías del Zulia, gracias a que el sistema privilegia el voto entubado y dificulta el voto cruzado. Pero en el camino se puede encontrar con una dificultad medida en litros: la gasolina.
El pronóstico victorioso no es obra de la casualidad. Se combinan varios factores. La mala gestión de Omar Prieto, de los alcaldes oficialistas y, por supuesto, del gobierno de Nicolás Maduro, que continúo lo iniciado por Hugo Chávez en cuanto a la desatención a la región zuliana. Además, no menos importante, desde hace al menos dos años y medio Rosales trabaja en recuperar su fuerza política en el Zulia. Recordemos que en 2017 intentó volver al poder tras la dimisión de Juan Pablo Guanipa y la repetición de las elecciones, en las cuales resultó ganador Omar Prieto.
Ni siquiera las acusaciones de su presunta participación en pedidos de favores políticos en la empresa venezolana Monómeros parecen afectar sus opciones. Por eso, el anuncio del 9 de noviembre de Prieto, acerca de que se preparan eventos para causar una conmoción interna en una zona metropolitana del Zulia el 21 de noviembre, se lee en algunos sectores como una admisión adelantada de la derrota del oficialismo. Sin embargo, la ausencia de un suministro continuo de combustible, que está bajo el control de fuerzas oficialistas, se convierte en un factor muy importante para definir el resultado electoral del próximo domingo.
En la actualidad, Zulia no cuenta con un sistema de transporte que permita la movilidad de los electores en las áreas urbanas, quienes al menos tienen la opción de trasladarse caminando a los centros de votación. Pero la situación se complica cuando se trata de las zonas rurales de la región, cuyos habitantes tendrían que ser trasladados por los equipos logísticos de los partidos para poder ejercer el voto.
En esas zonas rurales el oficialismo tratará de compensar la desventaja que tendría en el voto urbano. La estructura del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) pareciera estar engranada para lograr ese objetivo, lo que pudiera llevar a pronosticar un escenario que dé a Rosales, en el menos malo de los casos, un triunfo con una pequeña ventaja en el voto regional, pero sin los diputados regionales, alcaldes y concejales de la Unidad que podían esperarse en un escenario de una óptima movilidad.
Claro, Rosales es un veterano de la política y sabe de ese obstáculo en su camino. Una fuente de Un Nuevo Tiempo confirmó que el equipo del candidato trabaja esa variable. Pero la pregunta es con cuánto tiempo de anticipación se trabajó en la estrategia para enfrentar una operación logística de traslado de los electores, con una grave escasez de gasolina. De allí que la paradoja de un estado petrolero es que se decida la elección por unos litros de gasolina.
El error de cálculo en Miranda
En Miranda, la negociación entre Carlos Ocariz y David Uzcátegui tardó más de lo adecuado. Cerró la madrugada del viernes, cuando se había superado el lapso para que la renuncia de Ocariz y la autorización de sumar los votos a la tarjeta de la Unidad a favor de Uzcátegui fuera aceptada por el CNE.
A esta hora estaría en riesgo el posible triunfo de Uzcátegui, así como el de Andrés Schloeter “Chola”, en Sucre, y en menor proporción el de otros cuatro candidatos a alcaldes que entraron en la negociación. También peligran puestos principales en el Consejo Legislativo de Miranda debido al error de cálculo.
El voto entubado por Fuerza Vecinal no es la solución en Miranda, aunque algunos sectores de esa organización esperan que así ocurra para convertirse en una fuerza política mayor que la MUD. Pero de ocurrir así, se perderán cargos inscritos por la Unidad que siguen en competencia tras la alianza a última hora. Por otra parte, cruzar el voto requiere del entrenamiento de los electores y de una campaña informativa para la que parece no haber tiempo.
CÉSAR BATIZ | @CBatiz
Periodista egresado de la Universidad del Zulia, especializado en Periodismo de Investigación. Director de El Pitazo.