EL PODER EN ESTE PAÍS
Los últimos días en Venezuela han sido movidos en materia política. Conspiraciones van y conspiraciones vienen. A raíz de las elecciones regionales del 21 de noviembre, tanto el régimen como la oposición han dado muestras de fuerzas. Al día de hoy están cuestionadas las futuras elecciones de gobernador en Barinas, planificadas para el 9 de enero de 2022. En estas participarán Jorge Arreaza y Claudio Fermin, personajes que no viven en la entidad y que habrán votado dos veces en este proceso, además de contar con un gran desprestigio en el país.
Aún la opinión de la sociedad venezolana está dividida entre si fue conveniente ir a votar o no, y un reflejo de esto es el famoso caso Barinas. Lo que sí es cierto es que se debe aumentar la presión internacional, hacer resurgir la fuerza estratégica y la movilización nacional (complicada dada la desmotivación en el público opositor) y ser firmes en el costo de la salida del chavismo y del madurismo de Miraflores, punto también de debate entre los venezolanos.
A pesar de haber ganado la mayoría de los procesos electorales, el Psuv va en declive. Son procesos con incremento de abstención y que son ganados por mecanismos obscuros de “victoria”. El Psuv ya no convence a la población y, por supuesto, mucho menos a sus antiguos seguidores. Y para sobrevivir tiene que recurrir a las amenazas de Diosdado Cabello contra el rector del ente comicial Roberto Picón para hacer cumplir sus designios.
Unas reflexiones de interés son las del politólogo Enderson Sequera sobre la salida de Julio Borges del llamado “Gobierno interino”. La renuncia de Julio Borges a la Cancillería del interinato es un paso más en la estrategia del partido opositor Primero Justicia para desplazar a Juan Guaidó y asumir el liderazgo de la oposición.
La renuncia de Julio Borges era un secreto a voces en la política venezolana. Borges y su partido usaron el tema de la empresa Monómeros como idea de fuerza comunicacional para atacar y justificar su desvinculación del Gobierno interino y dar paso a una oposición liderada por Henrique Capriles. El caso Monómeros dará mucho de que hablar aún en materia de auditorías financieras y seguirá implicando a muchos opositores.
Si a Primero Justicia realmente le interesara la transparencia y la lucha contra la corrupción, no hubiesen nombrado como su representante ante el CNE a Juan Carlos Caldera, quien recibió dinero del contratista de Pdvsa Wilmer Ruperti, reconocido aliado en su momento de Hugo Chávez y hoy en día de Nicolás Maduro.
Adicionalmente, la renuncia de Borges y su planteamiento de desmontar el interinato no cuenta con un respaldo absoluto dentro de Primero Justicia. Los sectores más allegados a Juan Pablo Guanipa se oponen a esta medida. Por otra parte, la renuncia de Julio Borges se produce la misma semana que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo oficial su invitación a Juan Guaidó para participar en la Cumbre de la Democracia.
Enero de 2022 se vislumbra polémico dentro de la Mesa de la Unidad Democrática, aunque pareciera que el próximo año continuará el “gobierno” de Juan Guaidó, pero también el de Nicolás Maduro. A todas estas, persistirá la pugna por el poder entre ambos sectores, pero también se vislumbran confrontaciones entre las fuerzas internas de cada uno de ellos. Por otra parte, también hay que tomar en consideración la carta de un posible referéndum presidencial.
Además de lo que esconde el régimen en Barinas, que para nadie es un secreto, la designación de Jorge Arreaza, al parecer ultima carta de “confianza” de la familia Chávez en la entidad, es un acto desesperado por tratar de mantener el control de esa entidad para que no se conozcan ciertos hechos de allí ligados a los grupos guerrilleros Farc, ELN, tráfico de armas y narcóticos, por citar algunos.
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo
Analista del poder y economía en Latinoamérica.