Jimmy Pérez. Cronista popular
En las estrechas calles de Petare, donde los ladrillos se alzan como testigos silenciosos de la lucha diaria, el espíritu de la salsa se entrelaza con la esperanza. Aquí, entre las esquinas y las platabandas, la música se convierte en un bálsamo para el alma de los petareños.
La leyenda de Ismael Rivera y sus Caras Lindas resuena en cada rincón. Sus letras, llenas de pasión y resistencia, inspiran a quienes enfrentan la adversidad con valentía. Y así, cuando Gerardo Rosales, el virtuoso percusionista, llegó a las barriadas de El Dorado y Barrio José Félix Ribas, la comunidad se preparó para recibirlo con los brazos abiertos.
Las casas de amigos se convirtieron en escenarios improvisados. Las ventanas y las platabandas vibraban al ritmo de la música bajo la voz del sonero caraqueño Charlie Guzman de Mariara. “Este guaguancó, el guaguancó pa’ Petare”, coreaban los vecinos mientras Gerardo Rosales compartía su talento. La canción “Mi Barrio, Donde Yo Nací” se transformó en un himno de pertenencia y amor por Caracas, y se coreaba “Caracas donde yo nací; Yo nunca me olvidé de ti”, cantaba Gerardo con lágrimas nostálgicas y de emoción, y otras voces se unían en una sinfonía de diversidad: niños, jóvenes y melómanos de la salsa brava.
La ONG Zona de Descarga, junto a la Orquesta Leal, la Orquesta Mayito y sus amigos, el cantante José Luis “Melao”, la productora Pedroza, El Templo del Amor, El percusionista Laya junto al talentoso percusionista infantil Isael Rondón y el promotor cultural Negro Frías, se unieron para llevar alegría y dejar huellas en esta comunidad. Querían desafiar la imagen estigmatizada de Petare, despojarla de su etiqueta de “barrio peligroso” que muchas personas a menudo perpetúan.
Y así, en la platabanda de una casa modesta, la salsa se convirtió en un puente entre generaciones y realidades. Los corazones latían al compás de los tambores, y la esperanza se tejía en cada nota. Porque en Petare, la música no solo es un escape, sino también una forma de resistir y soñar con un futuro mejor.
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
HAZ TU APORTE
