EL PODER EN ESTE PAÍS
Llega febrero a la vida de los venezolanos y los hechos en la política nacional no sorprenden a la población. Pero sí causa cierta angustia lo que ocurre a varios kilómetros de distancia de Venezuela: en Europa, Estados Unidos y Rusia retomaron el diálogo directo, aunque sin resultados pacíficos, para limar asperezas, sobre la crisis en Ucrania y valorar las posiciones de Vladimir Putin y Joe Biden sobre este enclave estratégico en el viejo continente.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, han sostenido llamadas telefónicas para llegar a acuerdos sobre Ucrania. Blinken sigue tratando de convencer a Moscú de iniciar un inmediato cese de tensiones en la frontera con Ucrania, a la vez que reiteró su disposición a continuar diálogos por la vía diplomática. Por su parte, y de acuerdo con el comunicado de Moscú, Lavrov criticó a Washington por su persistente retórica agresiva y la entrega y fortalecimiento de armas a Ucrania, e insistió en las exigencias de que se frene la expansión de la Organización del Tratado Atlántico Norte (Otan) en Europa.
Las primeras rondas de negociaciones de Ucrania no fueron ni siquiera satisfactorias. Las esperanzas de una rápida desescalada se han atenuado gradualmente en medio del estancamiento de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia y la discordia dentro de la propia Otan. Sin embargo, hay temores de una posible invasión rusa en territorio ucraniano.
Parte del problema es la dificultad de identificar los motivos precisos de Vladimir Putin, para lo cual hay que tomar en cuenta su decisión de concentrar 90.000 soldados en la frontera de Ucrania y enviar más a Bielorrusia para el final de este año. Por ello, los funcionarios estadounidenses ahora consideran que la amenaza de invasión es muy real. El secretario de Estado estadounidense dijo recientemente que Putin podría intensificar sus posiciones militares en muy poco tiempo, y el presidente Joe Biden agregó que espera que Putin intervenga en Ucrania.
Si eso ocurriera, es casi seguro que Rusia lograría anexar Ucrania, la antigua república soviética más poblada y el objeto del deseo de la venganza de Putin. Este resultado sería desastroso, pero no en la medida en que lo sería el despliegue de tropas estadounidenses y de la Otan. Cada vez son más altas las probabilidades de una confrontación tan directa.
La responsabilidad de hacer esto recae en los Estados Unidos y Ucrania. Rusia es claramente el agresor aquí. Sin embargo, los nacionalistas étnicos han dominado la política ucraniana desde 2014 con pleno apoyo de Estados Unidos. Sus políticas son impopulares entre muchos ucranianos en el sur y el este, quienes prefieren una visión cívica a una nacionalista. Muchos son hablantes de ruso a quienes el Estado les niega la protección.
Algunos abogan por la creación de una región autónoma del Donbass (región prorrusa del este de Ucrania) sobre el modelo del acuerdo del Viernes Santo de 1998 en Irlanda del Norte (fue firmado ese año por los gobiernos británico e irlandés para ponerle fin al conflicto de Irlanda del Norte). Ucrania tendría que iniciar esto con una enmienda constitucional, algo que Estados Unidos podría impulsar, pero Rusia también tendría que cumplirlo. Cualquier infracción por parte de Putin activaría la misma lista de sanciones ahora sobre la mesa.
Ucrania es una nación soberana y no debería tener que adaptarse a la intimidación rusa. Su gente es dura y orgullosa y muchos civiles tomarían las armas para resistir una invasión. No obstante, este estilo de compromiso forzado es la mejor manera de prevenir una guerra que perdure por años.
¿Cuáles son las similitudes con Venezuela? Desde hace varios años, nuestro país, con la administración Chávez, entra al tablero de ajedrez del poder global para hacer fuerza contra la amenaza de los Estados Unidos al proyecto socialista de Chávez y ahora de Nicolás Maduro. ¿Qué es Venezuela en el hemisferio para los rusos? ¿Un alfil, un caballo o solo un simple peón? En reiteradas ocasiones Rusia ha comunicado su interés en Venezuela ante cualquier pretensión de los Estados Unidos de afectar los intereses rusos en Latinoamérica.
¿Qué piensan hacer líderes de oposición ante esta realidad? ¿En verdad han pensado en las implicaciones para Venezuela, situada en medio de este pulso del poder entre Estados Unidos y Rusia? Poco es lo que se logra apreciar en declaraciones de Juan Guaidó u otros líderes de oposición sobre la injerencia rusa en Venezuela, más allá de las repetitivas expresiones de “somos un país soberano y debe respetarse”. La oposición venezolana continuará perdida en su laberinto sin entender todavía la realidad histórica del país en este juego de poder entre Estados Unidos y Rusia.
ROGELIO GUEVARA CANTILLO | @Rogeliogcmundo
Analista del poder y economía en Latinoamérica.