Dormir como niños. Soñar. Hace rato que no podemos hacerlo.
¿Descansar despreocupados en la noche y delegarle al ciclo circadiano la reparación de nuestro cuerpo? Eso en Venezuela ya no se usa. Contar ovejas para vencer el insomnio tampoco. Porque resulta que aquí nosotros lo que contamos son las horas.
Pero no crea que somos ustedes y nosotros los únicos que lucen ojeras de trasnocho como principal accesorio. A otros el sueño también les saltó la talanquera.
Las horas pasan lento no solo para usted amigo, porque si algo hay democrático en Venezuela, además de la voluntad de cambio, que la tenemos la mayoría, es la angustia y la incertidumbre. No crea usted que eso no lo conocen por allá por Miraflores. Allí también el tiempo transcurre en slow motion.
Atrás quedaron las noches plácidas.
Eso fue en el año 2014 cuando la periodista de CNN Internacional entrevistó a quien para aquel entonces tenía poco tiempo de haber sido electo como presidente de la nación.
Hoy, cuatro años después, no deja dormir el sonido de las aves (entre las que no está por cierto el pajarito aquel que revoloteó por Miraflores), el trinar de Twitter (herramienta utilizada constantemente por Trump y su asesor de seguridad John Bolton) ni el amenazante chillido del águila calva.
¡Las cosas han cambiado tanto!
Este jueves, la Unión Europea, que mantuvo hasta hoy la postura más comedida, oficializa su posición frente a Venezuela ante la negativa de Maduro de ir a unas elecciones. Y es que ya quedó claro que lo único que estaría planteado para él, obvio, sería realizar comicios adelantados solo para renovar el Poder Legislativo. El único que le es adverso… y vaya que lo es.
Hay pacientes que, ya al tanto del pronóstico médico, se resignan; otros luchan, y también hay quienes solo aspiran a calidad de vida. La cosa es que tengan todo a su favor.
Por eso México y Uruguay intentan influir en la comunidad internacional, que no ha querido soltar el hueso para explorar las posibilidades urgentes de ir a un diálogo.
Mientras tanto, en su desespero, las detenciones arbitrarias de periodistas internacionales de Chile, Francia, España y Colombia se convirtieron ayer en una constante. A esta hora y conforme a la última actualización que leímos esta madrugada, 11 trabajadores de la prensa continúan detenidos arbitrariamente: cuatro venezolanos, dos chilenos, dos colombianos y un español. El procedimiento incluso ha llegado a ser acudir a las oficinas donde funcionan las corresponsalías y sacarlos de allí a la fuerza.
Hoy están en los calabozos del Sebin y tanto el Parlamento Europeo como los gobiernos de Francia y España exigen su liberación.
Muchos periodistas nos preguntamos si acaso esto es una medida de retaliación por el cerco internacional, o una suerte de «rehenato»: un rehén apresando a otros para poder negociar.
El trasnocho es muy mal consejero. Y si uno no pone cuida’o se le nota más el desespero, toma decisiones erradas y puede equivocar la ruta de Guatemala pa’ guatepeor esperando un milagro
Siguen transcurriendo los minutos…