Por: Paulino Betancourt
El sábado 23 de julio, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que la propagación de la viruela del simio era una emergencia de salud pública de interés internacional. La OMS solo ha declarado seis emergencias de salud pública hasta la fecha, incluidos el ébola, el Zika y la Covid-19. Desde principios de mayo, se han identificado unos 15.000 casos de viruela del simio en más de 60 países. Hasta el 7 de julio se han producido tres muertes, todas ellas en África. La enfermedad generalmente provoca fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos, seguido de una erupción en la piel que puede dejar cicatrices. La mayoría de los casos se han resuelto sin hospitalización ni necesidad de medicación.
Es importante resaltar que la OMS no declaró que la viruela del simio fuera una nueva pandemia. Hay una diferencia entre pandemia y emergencia de salud pública de interés internacional. Una pandemia se define como “una epidemia que ocurre en un área muy amplia, cruza fronteras internacionales y generalmente afecta a una gran cantidad de personas”, según el Dictionary of Epidemiology. Por otro lado, una emergencia de salud pública de interés internacional es un término más específico. Describe una situación que no necesariamente se ha salido de control, pero que tiene el potencial de hacerlo.
De acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional, un brote califica como emergencia de salud pública, si: 1) es inusual, 2) tiene potencial de propagación mundial y 3) requiere una respuesta internacional inmediata. El virus ya se ha propagado internacionalmente, con casos confirmados en unos sesenta países. Y dada esa propagación, contener la viruela símica claramente requerirá una respuesta internacional.
La OMS convocó al Comité para la viruela del simio a una primera reunión a fines de junio, para determinar si era una emergencia de salud pública. Dado que los casos han seguido aumentando en todo el mundo, el comité volvió a reunirse el 21 de julio, sin llegar a un consenso unánime sobre declarar la emergencia. Sin embargo, Ghebreyesus declaró: “Tenemos un brote que se ha propagado rápidamente por todo el mundo a través de nuevos modos de transmisión, sobre los cuales entendemos muy poco y que cumple con los criterios de las normas sanitarias internacionales para declararlo una emergencia”.
Algunos expertos coinciden en que este brote cumplió fácilmente con los criterios de emergencia de salud pública cuando la OMS abordó la pregunta por primera vez hace un mes. ¿Por qué no declaró una emergencia entonces? Es posible que la comisión decidiera adoptar un enfoque cauteloso para evitar causar alarma. Podría decirse que fue una oportunidad perdida, declarar la emergencia antes podría haber facilitado más esfuerzos de contención.
Si bien la enfermedad causada por el virus de la viruela del simio que se propaga actualmente es mucho menos grave que la Covid-19, existen buenas razones para que la OMS declare una emergencia. Para empezar, este brote de viruela símica es muy diferente de los brotes anteriores de la enfermedad. El contacto sexual con múltiples parejas ha surgido como un factor de riesgo importante. Los científicos están tratando de determinar si el virus se propaga a través del semen o el fluido vaginal, además de las formas en que ya se sabe que se contagia: a través del contacto de piel con piel y, en menor grado, por transmisión respiratoria.
Antes del brote actual, la viruela del simio a menudo se propagaba en los hogares a través del contacto cercano y, posiblemente, por elementos compartidos como utensilios y ropa de cama. En las últimas semanas, los informes de infecciones en niños, indican que estos corren un mayor riesgo, reforzando la preocupación. La posibilidad de que el virus se propague de maneras nunca antes vistas también genera la inquietud de que contagie a los grandes grupos de pacientes inmunodeprimidas, incluidos aquellos con VIH y las personas que reciben quimioterapia.
Cuando la OMS declara una emergencia, también hace recomendaciones a los países afectados, que a menudo se relacionan con las estrategias de vacunación. Esto impulsa a las naciones a coordinar estrategias para aumentar el suministro de vacunas. Pero más allá de eso, este tipo de declaración alienta a los países a coordinarse para detener la propagación del virus de diferentes maneras. ¡Este es el objetivo fundamental al declarar una emergencia!
PAULINO BETANCOURT | @p_betanco
Investigador, profesor de la Universidad Central de Venezuela, miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat
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