POLITEIA
Por: Nehomaris Sucre
“Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”
Barón de Montesquieu, Charles-Louis de Secondat
Todos los venezolanos llevamos de algún modo una cuota de frustración sobre nosotros. A veces es más un vacío, una ausencia de la libertad que tuvimos y ya no está.
Al momento de escribir este artículo tengo presente a quien fue mi profesor en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la Universidad Central de Venezuela, me refiero al Politólogo Nicmer Evans.
Quienes cursamos hace una década atrás el seminario sobre pensamiento socialista en América Latina, del que él era profesor, conocimos su militancia en la izquierda venezolana y su cercanía a algunos círculos chavistas, entre los que parecía no conectar mucho por sus insistentes críticas, que apuntaban hacia la mala administración de los recursos del Estado y el abuso a las libertades civiles por parte del régimen.
En este sentido, el desligue de Nicmer Evans del chavismo no fue sorpresa para muchos. Parecía algo inminente. A fin de cuentas, su proximidad con la ideología chavista no le restó sentido común, algo que en gran parte de los casos no sucede.
Su reciente detención por los cargos de “incitación al odio” sumó otra porción de arbitrariedad a la que ya teníamos.
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Una segunda persona a quien tengo presente es al Capitán de Navío Luis de la Sotta. El último recuerdo que tengo de este oficial es el saludo militar que me respondió a modo de despedida en un batallón de artillería del que él era comandante en ese entonces. Portaba una marcialidad vistosa y un carácter bastante enérgico.
El desligue de Nicmer Evans del chavismo no fue sorpresa para muchos. Parecía algo inminente. A fin de cuentas, su proximidad con la ideología chavista no le restó sentido común, algo que en gran parte de los casos no sucede
Nehomaris Sucre
A más de un año de su detención sus familiares denuncian que él permanece en un sótano de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) privado no solo de su libertad, sino también de un derecho tan básico como el de alimentarse. Quienes lo conocemos sabemos que su cuerpo puede estar muy débil, pero su honor siempre se mantiene intacto.
La tercera persona a quien recuerdo es a un colega con el que compartí aulas de clase en la universidad y quien sostuvo una militancia opositora forjada desde muy temprano, me refiero a Juan Requesens.
Hoy Juan cumple más de 700 días preso y más de cuatro meses sin recibir visita. Es otra historia más de tortura que engrosa la larga lista que ya tiene el chavo-madurismo sobre sí.
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En tiempos de pandemia conozco a más presos políticos que a personas con COVID-19, y ya es bastante alarmante lo de este virus ¡Cuánto más lo es perder nuestra libertad!
Con las detenciones por razones políticas camufladas bajo los cargos de “terrorismo”, “incitación al odio” y “traición a la patria”, la tiranía ha marcado territorio y sembrado miedo.
Nicmer Evans proviene de las bases del chavismo, tan halagadas con frecuencia por el régimen. El Capitán de Navío de la Sotta es parte de la Fuerza Armada Nacional de la que Nicolás Maduro hace alarde de una supuesta lealtad absoluta hacia él. En tanto, Juan Requesens es miembro de la juventud opositora que desde hace más de diez años está teniendo participación en la política nacional.
Son tres seres humanos de esferas distintas cuyas detenciones arbitrarias nos demuestran en primer lugar el carácter tiránico del gobierno de Maduro, en segundo lugar el profundo descontento que tienen diversos sectores hacia él y en tercer lugar la necesidad del madurismo de cortar liderazgos ajenos a él y sembrar miedo.
Al tiempo que todo esto ocurre, queda armarnos de valor y no perder de vista nuestro objetivo: recuperar la libertad. Para este fin es importantísimo mantener viva la creencia de que nuestro deseo de ser libres no es poca cosa y saber que como sociedad, lo que atente contra los derechos humanos de uno de nuestros miembros, atenta también contra todo el resto.
NEHOMARIS SUCRE | @NehoSucre
Politológa egresada de la UCV y militar retirada